PAERIA
Larrosa dice que Lleida es líder en proyectos y la oposición cree que vive “en una burbuja”
El alcalde asegura que han cumplido el 59% de su plan de acción municipal en 2 años. El PP y ERC afirman que siguen los problemas de seguridad y limpieza y Junts marca distancias con el PSC

Imagen del pleno sobre el estado de la ciudad que se celebró ayer. - MAGDALENA ALTISENT
El pleno del estado de la ciudad de ayer evidenció, una vez más, los diferentes puntos de vista que el gobierno del PSC y la oposición tienen respecto a la situación de Lleida. Para el alcalde, Fèlix Larrosa, la ciudad está mejorando en servicios, oferta de vivienda, seguridad, suelo industrial y equipamientos, mientras que para la mayoría de los demás grupos todo está igual o peor que hace dos años, con un gobierno “que vive en una burbuja de autocomplacencia”y no acepta la crítica. Por otro lado, el grupo Junts, el principal socio de los socialistas desde el inicio del mandato, avisó a Larrosa que su apoyo “no es un cheque en blanco” y que se arrepienten de haber respaldado algunas iniciativas estos dos años, como la nueva concesión del Aula de Teatre.
El alcalde sacó pecho de que ya han cumplido “el 59%” de las acciones de su plan de acción municipal, que han adjudicado el nuevo contrato de jardinería y están ultimando el de limpieza, “que nos hará ser excelentes”. En materia de seguridad destacó que instalarán más de 300 cámaras en la vía pública, que han reforzado la Guardia Urbana y que los hurtos han bajado un 6%, las okupaciones un 40% y los robos en comercios, un 30%. Detalló que han plantado más de 2.000 árboles, que tienen suelo para construir 300 viviendas y que crearán un área de control de los servicios municipales. “No hay ninguna ciudad en toda Catalunya con tantas ganas de hacer cosas como Lleida”, aseguró Larrosa.
El jefe de la oposición y del PP, Xavi Palau, replicó al alcalde que “hay una lejanía en cómo ve la ciudad el gobierno y cómo la ve la ciudadanía” y que las quejas vecinales siguen siendo la limpieza, la inseguridad, el aumento de las zonas azules y la subida de impuestos. También advirtió que, por mucho refuerzo de la seguridad que se haga, “la ciudadanía no verá mejoras si no se actúa contra la multirreincidencia y no reforzamos el sistema judicial, que está colapsado” y que, en algunos aspectos, “hemos vuelto dos años atrás”. Pese a todo, Palau le tendió la mano para consensuar el nuevo Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM).
La intervención más dura fue la de la portavoz de ERC, Jordina Freixanet, que empezó diciendo que “en dos años hemos podido ver la peor versión de su gobierno: propaganda vacía con visión paternalista y escuchando solamente a los que quieren, han olvidado su labor de escucha”. También le recriminó que “Lleida es una ciudad más cara que hace dos años, más insegura y con proyectos faraónicos que ya vivimos hace años y todavía los estamos sufriendo”.
Por su parte, la portavoz de Junts, Violant Cervera, leyó la cartilla al gobierno tras dos años apoyando la mayoría de sus iniciativas. “Junts no es socio de gobierno, queremos hacer una oposición útil, aunque también nos hemos equivocado dando apoyo al nuevo contrato del Aula de Teatre, que pensábamos que estaba más trabajado”, dijo. También criticó que “ha hecho un discurso triunfalista de su gestión, pero lo ha podido hacer gracias al apoyo de Junts, que no es infinito, ha hablado mucho de proyectos de futuro y poco del día a día”. Cervera acabó recordándole que “por mucho que venga con un POUM triunfalista, le recuerdo que no tiene mayoría en el pleno”.
La portavoz de Vox, Gloria Rico, acusó al PSC de “abandonar el sentido común” y que, hace 4 años, “Lleida estaba triste y ahora está enfadada y harta de pagar impuestos”. Por último, la concejala del Comú, Laura Bergés, lamentó “las nulas” políticas en medioambiente y sanidad y que este “es un gobierno que vive del pasado, vende el futuro y descuida el presente”.