PATRIMONIO
El Call de Lleida languidece siete años después de que fuera inaugurado
El barrio judío está tomado por las malas hierbas y todo tipo de residuos, como ropa y un sofá. Las obras para adecuarlo duraron tres años y costaron más de un millón

Sofá abandonado y grafitis en la parte del Call más próxima a la Costa del Jan. - MAGDALENA ALTISENT
Cuando se inauguró en septiembre de 2018, el Call pretendía dinamizar y diversificar el turismo de la ciudad, a la vez que recuperar un espacio histórico que cayó en decadencia tras el pogromo cristiano de 1391. Las excavaciones arqueológicas y la adecuación de los espacios duraron tres años y costaron 1,1 millones de euros. Hoy, casi siete años después de abrirse a los visitantes, la Cuirassa vuelve a estar prácticamente abandonada. En los desniveles donde había grandes jardineras solo quedan malas hierbas, aunque se mantienen las mangueras de riego. Asimismo, varios listones de madera de las pasarelas están rotos y por la zona se pueden encontrar todo tipo de residuos: envases y plásticos, heces y hasta un sofá junto a la Costa del Jan. En una cubierta próxima hay una gran cantidad de ropa tirada y una almohada, lo que sugiere que personas sin hogar duermen en el que fue uno de los barrios judíos más importantes de Catalunya.
La Paeria retomó las excavaciones el pasado abril, centradas en la Casa del Pogrom y la calle Soquet. Indicó que la primera fase duraría un mes, pero todavía quedarían trabajos pendientes.