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La Federació d’Associacions de Veïns de Lleida exige a las administraciones implicación para retirar el amianto
Cree que la ley debería “obligar” a que destinaran partidas económicas. Ve urgente crear comisiones en todos los municipios para planificar un calendario

Los participantes en la jornada sobre el amianto, ayer en el centro cívico de Balàfia. - S.E.
La Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida reclama a las administraciones más implicación en la retirada del amianto que todavía queda en los municipios. Así lo indicó ayer su presidente, Toni Baró, en una jornada organizada por la FAV y su Escuela de Participación Ciudadana, que se celebró en el centro cívico de Balàfia. Baró señaló que en la capital, l’Horta y muchas poblaciones de Lleida aún quedan construcciones con este material y apuntó que han recibido “decenas de consultas” de personas que tienen depósitos o conducciones de amianto. Recordó que el fibrocemento (también denominado asbesto) cuando se rompe o desgasta libera una microfibras que al respirarlas se instalan en los pulmones y pueden provocar patologías graves. Por ello, cree que por ley se debería “obligar” a ayuntamientos, Diputación y consells comarcals a destinar dotaciones económicas para ayudar a retirar y ve “urgente” crear en todos los municipios comisiones de trabajo con entidades y administraciones para establecer un plan para su retirada, priorizando centros de enseñanza y edificios públicos.
Baró dijo que actualmente “se está incumpliendo la normativa porque debería haber un censo de todo el fibrocemento que queda y una planificación para su retirada” y apostó por una ley integral estatal sobre esta cuestión. Subrayó que el amianto es “un asesino silencioso, silenciado y evitable”. Señaló que la Generalitat solo ha detectado un 20% de las 4 millones de toneladas que calculan que quedan e instó a concienciar a la población de la importancia de no manipular este material sin protección.Por su parte, Montserrat Puiggené, de la Unidad de Salud Laboral de Lleida, Alt Pirineu i Aran, señaló que las enfermedades que pueden desarrollar los trabajadores expuestos al amianto tienen una latencia de más de 30 años y apuntó que la principal patología es un tipo de cáncer denominado mesotelioma pleural. Afirmó que gestionan un programa de vigilancia de la salud y los servicios de prevención de riesgos laborales de las empresas se encargan de vigilar la de sus empleados. También participó Josep Tarrés, neumólogo especialista en enfermedades causadas por el asbesto.