ECONOMÍA
El presupuesto de la Paeria de Lleida no prosperará hoy al votar en contra toda la oposición
Salvo sorpresas de última hora, todo apunta a que el alcalde Larrosa se deberá someter a una cuestión de confianza. En el año 2022 ocurrió la misma situación, cuando Pueyo era el ‘paer en cap’

El pleno de la Paeria debatirá hoy las cuentas para 2026. - PAU PASCUAL PRAT
El gobierno de la Paeria no podrá aprobar hoy el presupuesto de 2026, salvo sorpresas de última hora, puesto que todos los grupos de la oposición prevén votar en contra. También Junts, el principal apoyo del PSC en este mandato. De este modo, el alcalde puede optar por negociar para buscar apoyos y convocar otro pleno o bien someterse a una cuestión de confianza vinculada a los presupuestos. En el caso de que la ganara, las cuentas quedarían aprobadas automáticamente. Si la pierde, la oposición dispondrá de un mes para presentar una moción de censura.
En 2022, con Miquel Pueyo como alcalde, ya se produjo esta situación. Entonces, en el último momento, el Comú no apoyó el presupuesto de ERC y Junts, hubo cuestión de confianza y Pueyo quedó refrendado y las cuentas salieron finalmente adelante.
¿Qué es y cómo funciona una cuestión de confianza?
El funcionamiento es un auténtico pulso político: si el Pleno rechaza el proyecto presentado, el alcalde puede presentar la cuestión de confianza. Si esta no prospera, se abre un plazo de un mes para que la oposición intente articular una moción de censura con un candidato alternativo que sume a la mayoría absoluta de los concejales. La particularidad del mundo municipal es que, si la oposición no es capaz de ponerse de acuerdo para presentar a este candidato alternativo en el plazo de treinta días, el proyecto (como el presupuesto) queda aprobado automáticamente y el alcalde es ratificado en el cargo.
Esta figura es, por lo tanto, un arma de doble corte: sirve para desbloquear la gestión de la ciudad y exponer las mayorías en el Salón de Plenos, pero también puede llevar a un cambio de gobierno si la oposición consigue unirse para desbancar al alcalde.
Violant Cervera, portavoz de Junts, argumentó que “pese a que son unos presupuestos muy expansivos, no los apoyaremos porque básicamente se concentran en la Estrategia de Desarrollo Integral Local y el plan de barrios y no mejorarán las condiciones de vida de toda la ciudad y la endeudarán aún más”. Detalló que son 17,7 millones “que condicionarán presupuestos futuros para mejorar el día a día de los ciudadanos”. En sus enmiendas, propuso más agentes de la Guardia Urbana, inspectores para sancionar el incivismo y pisos de inclusión, entre otras.
El jefe de la oposición, Xavi Palau (PP), presentó ayer 27 enmiendas al presupuesto y situó tres “líneas rojas”, a partir de las cuales podrían comenzar a negociar para cambiar su voto contrario: “suprimir el albergue de Balàfia” previsto en el antiguo colegio de la calle Valls d’Andorra y el equiamiento para personas sin hogar en el edificio de las Josefinas de la calle Acadèmia y que el ayuntamiento asuma la gestión de la ludoteca Arenys del Segre, que cerró el pasado día 19 (hoy está prevista una protesta). “No aceptaremos proyectos que acaben generando más degradación y guetos”, apuntó.
Jordina Freixanet, portavoz de ERC, confirmó el voto contrario de su grupo, que había condicionado una abstención a que el gobierno asumiera un cambio en la gestión del servicio de autobuses, acciones de vivienda y alternativas reales al modelo de Torre Salses. “No hay novedades, así que votaremos que no”, subrayó.
Laura Bergés, del Comú, ratificó su oposición al no haber recibido una respuesta positiva a sus enmiendas, en las que propone aumentar los recursos para servicios y programas destinados a adolescentes y reforzar las partidas para salud mental, así como mantener la gasto en personal para garantizar los proyectos de Ciutad Educadora y del plan educativo de entorno.
Vox denunció “que el gobierno sigue priorizando su agenda ideológica socialista antes que los problemas verdaderamente urgentes de la ciudad”.
Negociaciones entre gobierno y PP para la prórroga de buses
El grupo del PP estuvo negociando ayer hasta última hora con el gobierno muncipal las quince medidas que presentó para desencallar la prórroga del contrato de autobuses, mejorar un servicio que “no funciona adecuadamente” y garantizar que será solo por un año. Planteó más frecuencias de la línea L8 en Balàfia y mejorar la de La Bordeta los fines de semana y una parada en la L5 frente a la puerta de consultas externas del Arnau. El gobierno propuso una prórroga hasta junio de 2027, que fue rechazada en comisión.