Salvador Illa y Carles Puigdemont discrepan sobre el valor de su encuentro en Bruselas
El president insiste en el diálogo como “motor de la democracia” y ya se ha reunido con todos sus predecesores en activo. El líder de Junts advierte que “no hay una situación de normalidad”

Un detalle del cartel oficial de la Diada de este año. - EUROPA PRESS
El president de la Generalitat, Salvador Illa, valoró el “diálogo” que mantuvo ayer en Bruselas con Carles Puigdemont, mientras el expresident quiso dejar claro en que todavía no hay normalidad política en Catalunya. Después de reunirse por primera vez durante hora y media, el líder de los socialistas catalanes reiteró que “el diálogo es el motor de la democracia para que Catalunya siga avanzando”, y que “hoy damos un buen ejemplo”. En cambio, el presidente de Junts puso de relieve que el encuentro no pudo tener lugar en el Palau de la Generalitat y que “ha vuelto a quedar claro que no vivimos en una situación de normalidad”.
En un mensaje en X, Salvador Illa destacó que se reunió con Puigdemont “tal como ha hecho con el resto de expresidents de la Generalitat”, un encuentro ha tenido lugar un año después de su investidura como president.
En la misma red social, Carles Puigdemont agradeció a Illa “la amabilidad y la conversación”. No obstante, añadió que “en situación de normalidad democrática, esta reunión se habría tenido que producir hace muchos meses y no en Bruselas sino en el Palau de la Generalitat, en la capital de Catalunya”.
Illa llegó a Bruselas en torno a las tres de la tarde, después de haber encabezado la reunión del Consell Executiu en Barcelona. Puigdemont, por su parte, llegó a la delegación del Govern en la capital comunitaria acompañado de Daniel Mundet, expresidente del Casal Català de Bruselas y asesor del líder de Junts. A las 16.15 h, a la hora prevista, empezó la reunión, con un largo apretón de manos de manos antes las cámaras de fotógrafos y televisiones y un ambiente de cordialidad.
El encuentro, en una sala sin banderas ni simbología en la delegación del Govern ante la UE, duró aproximadamente una hora y media y los dos abandonaron el edificio en sus respectivos coches, sin hacer declaraciones a la prensa.
Esta reunión llega justamente en un curso político que estará marcado por la aplicación de la ley de amnistía, pero también de negociaciones complejas para los gobiernos español y catalán a la hora de intentar aprobar presupuestos. En el caso del Congreso, los 7 votos de Junts serán determinantes.
Junts espera Sánchez
En opinión de Junts, la reunión entre Illa y Puigdemont llega más tarde de lo que hubieran querido. Hace meses que el partido de Puigdemont critica que el president no le aplica la “amnistía política”, de ahí el especial calado político del encuentro de ayer y que podría abrir la puerta a que otro presidente, en este caso el español Pedro Sánchez, haga lo propio en breve. De hecho, la reunión de ayer se ha interpretado e incluso atribuido al interés del líder del PSOE de que Illa allane el camino a la negociación presupuestaria. Desde el Govern se niega con rotundidad y se circunscribe a un acto de calado y de imagen de normalización de la vida política catalana con el PSC al frente del Palau.
Ninguno de los grandes protagonistas de la jornada quisieron ayer explicar de qué hablaron pero a buen seguro Carles Puigdemont puso sobre la mesa sus demandas de la oficialidad del catalán en Europa y de la aplicación de la ley de amnistía para poder regresar a Catalunya.
La OCDE hará una evaluación de las leyes catalanas
La consellera de Territorio y portavoz de la Generalitat, Sílvia Paneque, anunció ayer que el Govern ha encargado una auditoría a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para que evalúe las leyes catalanas y así “agilizar” su gestión. El objetivo es ser “más cercanos y más eficaces” de cara a gestionar servicios y atender a la ciudadanía.
La Generalitat enmarca en la “ronda con expresidents” la reunión
El encuentro entre el president Salvador Illa y el expresident Carles Puigdemont se enmarcó para la Generalitat en la ronda de reuniones que Illa inició hace un año con los expresidents, aunque reconoció que Puigdemont tiene una condición diferente porque es aún político en activo. En este sentido, rechazaron que el encuentro fuera fruto de una instrucción del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pese a que Moncloa confiaba en que el encuentro sirviera para poder acercar posturas con los juntistas de cara a la negociación de presupuestos y otras medidas pendientes. Pese a la negativa del Executiu para Junts, que hoy reunirá a su cúpula en Waterloo, la decisión de Illa se debe a que ha “recibido instrucciones” por parte de Sánchez para encontrarse con Puigdemont. “Al presidente Illa hay que leerle en clave PSOE, porque es lo único que le mueve”, afirmó el secretario general del partido, Jordi Turull.
Muy críticos fueron el PP y Vox. Los populares cargaron contra la “imagen de sumisión” mostrada por el president de la Generalitat. “Sánchez ha pasado de decir que traería detenido a Puigdemont a mandarle a un telonero para rehabilitarle políticamente. Una hora y media de tiempo y dinero de todos los ciudadanos para humillar a la democracia española”, denunció el partido. Vox acusó a Sánchez de “vender a los españoles”.
Diada para mostrar una Catalunya “abierta al mundo”
El Govern anunció ayer el cartel y los actos que organizará de cara a la Diada Nacional de Catalunya, el jueves de la próxima semana, donde espera mostrar un país “abierto al mundo” y unido en su diversidad y pluralidad a través de los valores. “Catalunya es un mosaico muy diverso y plural, pero también tenemos una serie de valores de rasgos comunes”, defendió la portavoz de la Generalitat, Sílvia Paneque. Los actos de la Diada se iniciarán el 10 de septiembre con la izada de la nueva senyera ante el Parlament.
El jueves arrancará la celebración con la ofrenda floral ante el monumento de Rafael Casanova. A las 20 horas dará comienzo el acto central del 11 de Setembre que tendrá lugar en el Teatre Nacional de Catalunya, este año dirigido por Àngel Llàcer, escrito por Jordi Amat y con música de Jofre Bardagí.
El nuevo cartel de la Diada presenta una reinterpretación de las cuatro barras de la senyera, realizadas por personas con diferentes orígenes, edades y colectivos con las técnicas que más les representan, para mostrar una imagen de país compartido y construido entre todos.