Una Diada desmovilizada
El independentismo admite que hay “decepción”, pero aboga por seguir exhibiendo músculo. Unas 350 personas participan en la Marxa de Torxes de Lleida, que reivindica la cultura popular

Del Roser a la Seu Vella- La Marxa de Torxes de Lleida salió desde el convento del Roser hasta la Seu Vella, donde se leyó un manifiesto en defensa de la cultura popular como elemento cohesionador e identitario de Catalunya y se criticó a la clase política por haber “dado la espalda” al independentismo. A la marcha, convocada por Òmnium Cultural y a la que se sumaron una treintena de entidades, participaron unas 350 personas según la Guardia Urbana. - CARMINA MARSIÑACH
Un año más, las Marxes de Torxes de Lleida, Tàrrega y Les Borges marcaron el inicio de los actos de la Diada reivindicando la cultura popular y criticando “los poderes políticos que han dado la espalda al independentismo”. Por ello, las entidades soberanistas pidieron seguir exhibiendo músculo “para construir y defender el país”.
Unas 350 personas participaron ayer en la tradicional Marxa de Torxes de Lleida ciudad, que partió desde el antiguo convento del Roser hasta la Seu Vella. Una marcha que fue el pistoletazo de salida de los actos de la Diada. Organizada por Òmnium Cultural y con la adhesión de una treintena de entidades, su manifiesto reivindicó el papel de la cultura popular como agente cohesionador de la sociedad y también criticó a los poderes políticos “que han dado la espalda al independentismo cuando las promesas se han ido fundiendo en la comodidad de una poltrona”. Así lo remarcó su autor, el presidente de la Colla Bastonera del Pla de l'Aigua, Xavier Ramon Molins, que hizo hincapié en que “la cultura popular es resistencia, cohesión, rebeldía y un proyecto de futuro”. También lamentó que “hemos visto cómo se destruía el territorio, como se talaban árboles, se abandonaba el comercio local y se dejaba a la intemperie el asociacionismo cultural. Pero no renunciaremos a ser quiénes somos”, añadió Molins, que reivindicó un país ecologista, feminista y donde “la cultura y la lengua sean eje y motor de la sociedad”. Además de la de Lleida, también hubo Marxes de Torxes en Cervera y Les Borges Blanques y otros actos en comarcas (ver página 4).
Por otro lado, entidades independentistas admitieron que lo previsible es que la movilización sea menor, siguiendo la tónica de los últimos años. No obstante, creen que el independentismo debe seguir exhibiendo músculo. “Es normal, la gente esta decepcionada y enfadada, pero creemos que es algo circunstancial”, dijo la coordinadora de la ANC en Lleida, Rosa Burrell. Prueba de esta desmovilización es que ayer solo había llenado un autobús para ir a la manifestación de hoy en Barcelona, “pero esperamos llenar un segundo a última hora”, precisó. Desde Òmnium Lleida reconocieron que “hay una frustración evidente, pero debemos construir país, la Catalunya de los 8 millones y que todos sientan esta tierra como suya”. Recordaron que “en 2024 parecía que la gente se desmovilizaría y no fue así, quizás la sentencia del TSJC contra el catalán en la escuela (ver página 10) anime a la gente a salir a la calle”.