EEUU
Protestas multitudinarias en EEUU contra el autoritarismo de Trump
Los organizadores denuncian que “Estados Unidos no pertenece a reyes”. El Gobierno pide al Supremo permitir el despliegue de tropas en Chicago

Imagen de una de las protestas contra Trump, en este caso en la capital, Washington. - TOM HUDSON / ZUMA PRESS WIRE
Millones de personas recorrieron ayer las calles de más de 2.500 ciudades de Estados Unidos en la segunda edición de la marcha No Kings (“No queremos reyes”), la concentración más grande contra lo que describieron como la deriva autoritaria que está instaurando en el país la segunda Administración de Donald Trump.
Los simpatizantes del mandatario republicano condenaron las movilizaciones como una manifestación de “odio contra América” y una nueva obstrucción demócrata en plena suspensión de la actividad del Gobierno.
El nombre del movimiento No Kings alude a la percepción de que Donald Trump actúa como un monarca y recuerda que Estados Unidos se fundó en 1776 sobre el rechazo al poder absoluto de un soberano. “Dicen que me comporto como un rey. No soy un rey”, afirmó Trump en una entrevista con Fox Business publicada el viernes.
Los organizadores de la marcha denuncian que “se está quedando sin excusas para mantener cerrado el Gobierno”, pero entienden que este bloqueo es un síntoma del autoritarismo que están exhibiendo Trump y el presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, el republicano Mike Johnson, quienes tampoco están haciendo precisamente lo imposible para renegociar la reapertura con el partido Demócrata.
Entre los puntos más emblemáticos de concentración destacaron la plaza Times Square, en Nueva York; el Capitolio, en Washington; y el centro de Chicago, donde en las últimas semanas se han registrado protestas contra las redadas migratorias.
Unos 300 estadounidenses se concentraron ayer en Madrid para defender los derechos constitucionales y la democracia de los “abusos” de Trump, a quien consideran un “tirano”.
El viernes, la Administración Trump solicitó formalmente al Tribunal Supremo de EEUU que levante la suspensión declarada por una jueza federal contra su cuestionada orden para desplegar a la Guardia Nacional en el estado de Illinois, y concretamente en el bastión demócrata de Chicago, para reforzar las operaciones del departamento de Seguridad Nacional en su lucha contra el crimen.