Europa se echa atrás y permitirá la venta de coches de combustión más allá del 2035
La Comisión Europea rebaja la ambición climática y exigirá a los fabricantes de automóviles reducir sólo un 90% de las emisiones, no el 100% tal y como estaba previsto

Una persona llena el depósito de combustión de su vehículo.
La Comisión Europea ha anunciado este martes que ha hecho marcha atrás en su política de emisiones para el sector automovilístico y ahora plantea permitir la venta de vehículos de combustión más allá del 2035, rebajando así sus ambiciones climáticas. Según la nueva propuesta, los fabricantes sólo tendrán que reducir las emisiones en un 90% hasta el 2035 con respecto a los niveles de 2021, y no el 100% tal y como se había establecido inicialmente.
Con respecto al 10% restante de emisiones, estas se tendrán que compensar mediante el uso de biocombustibles, e-fuels y la utilización de acero de bajas emisiones fabricado en la Unión Europea. El vicepresidente ejecutivo de la Comisión para la Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, ha calificado la medida como "un salvavidas" para la industria automovilística europea, afirmando que están utilizando "todos los recursos a nuestra disposición" para restaurar el liderazgo industrial de Europa mientras se lidera la transición climática a escala global.
A ojos del ejecutivo comunitario, el paquete ofrece "más flexibilidad" a la industria para alcanzar sus objetivos de emisiones de dióxido de carbono mientras que, al mismo tiempo, sigue trasladando "una fuerte señal en el mercado para vehículos de cero emisiones".
Séjourné ha asegurado que la Comisión Europea no ha abandonado sus objetivos climáticos ni la senda de descarbonización, pero ha decidido ser "pragmática" teniendo en cuenta el escenario económico y geopolítico.
En la misma línea, el comisario de Clima, Crecimiento Limpio y Cero Emisiones, Wopke Hoekstra, ha defendido que se mantiene el rumbo con "flexibilidad" para los fabricantes. "Es un win-win", ha apuntado.
Según él, las propuestas de la Comisión, además, responden a las "preocupaciones" del sector automovilístico y al mismo tiempo "mantienen la previsión de inversión en el sector eléctrico y los objetivos de neutralidad climática".
De esta manera, la Comisión Europea indica que los vehículos de combustión, los híbridos enchufables, los híbridos suaves y los prolongadores de autonomía "seguirán jugando un papel más allá del 2025", aparte de los vehículos totalmente eléctricos y los vehículos de hidrógeno. La decisión contenta países como Alemania o Italia, donde la industria automovilística representa una parte importante de la economía y que, durante los últimos meses, han presionado Bruselas para eliminar la prohibición. Otros estados como Francia y España, en cambio, habían posicionado en sentido contrario.
De la misma manera, el ejecutivo comunitario ha otorgado "flexibilidades adicionales" al segmento de las furgonetas, un sector donde la transición hacia el vehículo eléctrico es "estructuralmente más difícil". Así, la Comisión revisa a la baja el objetivo de emisiones para furgonetas de cara al 2030, pasando de un objetivo de reducción del 50% al 40%.
Incentivos para impulsar la competitividad europea
Aparte de rebajas las exigencias en el sector de la automoción, Bruselas ha propuesto que los productores de coches puedan beneficiarse de créditos para incentivar la producción en la Unión Europea de vehículos eléctricos "pequeños y asequibles".
Al mismo tiempo, se fijan objetivos a nivel de los estados miembros para acelerar la descarbonización de las flotas de vehículos corporativas. Según datos de la Comisión Europea, las flotas de empresas representan un 60% de las nuevas matriculaciones en la Unión Europea. En paralelo, un 80% de los ciudadanos de la UE compra sus vehículos en el mercado de segunda mano. En este sentido, se considera que una electrificación mayor de la flota corporativa -que también cubre más kilómetros a lo largo del año- implicará más reducción de las emisiones, sea por la rebaja dentro del mismo sector o por la venta de estos vehículos a particulares.
Por otra parte, la Comisión ha recordado que tiene intención de poner en marcha préstamos libres de intereses por 1.500 millones de euros a fabricantes europeos de baterías para reforzar la industria comunitaria. "Estas medidas mejorarán la competitividad de costes del sector y darán apoyo a una producción sostenible y resiliente en la UE, que contribuirá a reducir la dependencia de otras potencias globales," añade.
Simplificación normativa para el sector
También dentro del paquete de medidas presentado este martes, el ejecutivo ha reivindicado la ley ómnibus sobre simplificación en el sector del automóvil, que según sus cálculos comportará un ahorro agregado al conjunto de empresas europeas de 706 millones de euros anuales.
Entre otras cosas, propone reducir la cifra de normas "secundarias" que se adoptarán los próximos años y simplificar las pruebas para las nuevas furgonetas y camiones de pasajeros.
En este sentido, el vicepresidente Valdis Dombrovskis ha explicado que la CE pretende "crear las condiciones para que el sector automovilístico pueda superar los retos y competir con los rivales internacionales".
El paquete 'omnibus' que han presentado junto con la propuesta de flexibilizar la prohibición de los vehículos de combustión permitirá ahorrar 51 millones de euros en costes administrativos y 655 millones en costes de cumplimiento normativo.