Lleida canta las 'caramelles'

Como es tradición cada Domingo de Pascua, numerosas localidades de Lleida revivieron ayer con éxito la tradición de las caramelles, las canciones populares alegres que se cantaban para celebrar la buena nueva de la resurrección de Jesús, a pesar que cada vez tiene un carácter más festivo y menos religioso. Antiguamente, en la mayoría de casos, los caramellaires eran grupos de niños que acompañados de instrumentos recorrían las calles de los pueblos ofreciendo sus canciones a cambio de huevos o dinero para acabar con una comida popular. Actualmente, ofrecen pequeños ramos de timón a cambio de un donativo.

Una de las localidades donde están más arraigadas es Agramunt. El Grup Caramellaire Aires del Sió, acompañado de alumnos de la escuela municipal de música, recorrió por 37 año consecutivo y durante toda la mañana las calles de la localidad. Los caramellaires hicieron una veintena de paradas hasta llegar al mediodía a la plaza de l’Església donde tuvo lugar la cantata central con las autoridades en el balcón del consistorio y la plaza llena de la gente que salía de misa. En Cervera, la jornada, organizada por la Coral Infantil Nova Cervera, empezó con un desayuno popular en la plaza de Santa Anna, al que siguió el tradicional recorrido por las calles y plazas más céntricas junto a una carreta decorada para la ocasión. La comitiva contó con el acompañamiento de los grallers de los Geganters de Cervera.

Los ‘caramellaries’ recorren las localidades haciendo diferentes paradas para cantar

En Tàrrega, la Coral Infantil Mestre Güell llenó de música y color rojo las calles de la capital del Urgell así como las dos residencias de la ciudad (Sant Antoni y El Carme) y la localidad vecina de El Talladell. Cabe recordar que dicha coral fue fundada el 1963 con la voluntad precisamente de difundir las caramelles como expresión de cultura popular catalana. En Ponts, los cantores ofrecieron un concierto en la iglesia, la plaza Planell, la residencia y varias calles.

La Seu d’Urgell y Juneda son otras localidades con un gran arraigo. En ambos casos, los cantores son hombres de entidades con una larga tradición. En la capital del Alt Urgell, van a cargo de la Germandat de Sant Sebastià, fundada en 1855, y que ya salió a la calle el sábado. En Juneda, sus protagonistas son de la Massa Coral els Cantaires de Juneda, asociación que nació en 1927. Asimismo, hubo caramelles en otras muchas localidades leridanas como Castellserà, Guissona, Solsona, Organyà, Olius, La Fuliola y Verdú, entre otros.