Misma idea, distinto enfoque

Ahora mismo tenemos en dos cadenas distintas dos programas prácticamente idénticos en su concepción pero totalmente diferentes en su tratamiento. Nos estamos refiriendo a Lazos de sangre en La 1 y Hormigas blancas en Telecinco. El espacio de Mediaset data ya del 2017 y va, con intermitencias, por su tercera temporada. Jorge Javier Vázquez fue su presentador fundacional para ser sustituido por el todoterreno Jordi González y ahora reposa en manos de la mediocre Carlota Corredera. El espacio de la estatal se remonta al 2018, con tres temporadas. La primera con la ya olvidada Inés Ballester y las otras dos con el histriónico y siempre sobreactuado Boris Izaguirre. Los dos programas escogen a un personaje (o una saga familiar) y se dedican con ahínco a desmenuzarlo con imágenes de archivo, y familiares, amigos, conocidos y demasiado saludados en el plató. La diferencia estriba en que Telecinco tiene la mano rota en hacer autopsias a vivos y muertos y el de TVE da la sensación de ser un outlet televisivo. Cuestión de gustos y de mentalidades.