Exclusivas que no lo son tanto

Vamos a repasar lo que ha dado de sí el fin de semana en Mediaset, en sus programas estrellas Sálvame (en doble sesión el viernes) y el Fiesta (sábado, domingo). Éticamente, son dos programas abyectos y, a niveles de audiencia, añorando tiempos pasados, no pasan de discretos. Los dos son tal para cual: dan como bueno cualquier rumor, los colaboradores presumen de lo que no son (estar bien informados), se interrumpen constantemente y, lo que es peor, van lanzando temas sobre la mesa sin acabar ninguno.

Este finde se han repetido temas. El principal, el caso Dani Alves. Emma García vendió como exclusiva el haber estado en los lavabos VIP de Sutton.

No quedó claro que lo fueran y menos grabados horas antes, cuando todos los medios habían estado allí y sin presumir. Y, por cierto, las imágenes que mostraron demostraban que o los usuarios eran unos guarros, los propietarios unos dejados o las dos cosas a la vez. Pero hubo más coincidencias, como la boda de Tamara (la exclusiva en revistas), el cansino chófer de las Campos y el triángulo Piqué-Shakira-Clara Chía.