Un feo evitable
De acuerdo, sí. Si uno quería ver desde el sofá de casa la final de la Copa del Rey, podía escoger la nostrada retransmisión de TV3. En las antípodas, la de Movistar +. Pero en La 1 optaron (y no es la primera vez que lo hace) por una solución mixta. Las evoluciones del partido podrían seguirse en castellano con los de siempre, Juan Carlos Rivero como voz principal y, a banda de los micros a ras de césped, los comentarios de Luis Milla, Chapi Ferrer y Mario Suárez. La otra opción, que en Catalunya no hacía falta darle al menú del mando, era seguirla en catalán con Àlex Castells, Gerard Autet, Jofre Mateu y el aitonenc Francesc Latorre con el inalámbrico. Correcto y destacable. Pero, ¡ah, amigo! La previa, desde La Cartuja, en castellano, pero lo peor estaba por venir. Tras el pitido final de la prórroga, nos quedamos a cuadros cuando Àlex Castells anunció lo de “lo dejamos aquí; la celebración del Barça en castellano con Rivero y compañía”. ¿Cómor...? Y más habiendo ganado la Copa, escuchar la fiesta con el poco entusiasmo de las voces titulares... resultó de lo más feo, la verdad.