Provincianismo televisivo
Nuestra televisión conserva tics que parecen anclados en el pasado rindiendo pleitesía a las élites. Esta semana lo hemos visto, sin salirnos del programa, en el Fiesta sabatino de Tele 5. Felipe VI hizo una visita de incógnito al hospital de Palma donde está ingresado su amigo personal, Jaume Anglada, recuperándose de un accidente de circulación. En el plató, no le mencionaron como rey, monarca o Felipe VI, sino como Don Felipe. Pero es que después aún fue a peor. Los reporteros se fueron a Bidart, en la costa vasco-francesa, donde veraneaban Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. Por el divorcio no pueden compartir mansión. Es decir, si uno está, el otro ha de irse, y viceversa. Utilizaron el eufemismo de “tuvieron que ajustar sus agendas personales”. Eso sí, los buscaron cámara en ristre y, claro, no los encontraron. Y aún hubo más. Pillaron a Urdangarin y a su pareja, Ainhoa Armentia, en la playa. Sombrilla, silla, toalla, arena... Y desde el plató salivaban: “Iñaki como un español más, compartiendo playa con el resto de veraneantes.” No hay más preguntas, señoría.