La realidad, a veces, es tozuda
La realidad es lo que tiene. Es tozuda y casi siempre no tiene vuelta de hoja. En Mediaset, por citar un ejemplo, se han puesto en manos de los realities. Siempre lo han hecho, es verdad, pero nunca como en estos últimos tiempos. Es su apuesta para recuperar un liderazgo en las audiencias que ya hace tiempo, mucho tiempo, que se les ha escapado de las manos. Ahora manda Antena 3 y RTVE también le ha superado. El caso es que sin dar tiempo al espectador a descansar del cansino Supervivientes ha arrancado temporada no con uno, sino con dos. Los lunes, La isla de las tentaciones y los jueves, Gran Hermano 20, versión anónimos. Todo ello promocionado por todas las galas habidas y por haber y los altavoces de los programas satélites. Los números son buenos, aunque tampoco para tirar cohetes, digamos que están ahí, en el podio, pero por detrás de hormigueros, revueltas y futuros imperfectos. A lo mejor es que sí que han provocado hartazgo, del siempre más de lo mismo, en irreductible legión de seguidores. Aunque siempre quedará el salvavidas de las redes.