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Recientemente, el Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley 12/2025, de 23 de julio, sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor, que adapta el ordenamiento español a la Directiva (UE) 2021/2118. La principal novedad es que, a partir del 2 de enero de 2026, los patinetes eléctricos y otros vehículos de movilidad personal (VMP) deberán contar con un seguro obligatorio de responsabilidad civil para circular legalmente. La norma introduce una nueva categoría: los vehículos personales ligeros (VPL), definidos como aquellos que alcanzan entre 6 y 25 km/h si pesan menos de 25 kg, o entre 6 y 14 km/h si pesan más. Incluye patinetes, monociclos, segways y hoverboards, entre otros. Todos deberán disponer de un seguro en vigor y estar inscritos en un registro público nacional de VPL, que gestionará la Dirección General de Tráfico. La ley establece un plazo de seis meses desde su publicación en el BOE (24 de julio de 2025) para que los propietarios contraten la póliza sin sanciones. Todos los VPL deberán portar una placa identificativa visible y contar con certificado técnico de circulación, exigido ya desde 2024 por la DGT. Además del seguro, la ley prevé la creación de un registro nacional de VPL, gestionado por la Dirección General de Tráfico. Todos los patinetes deberán estar identificados con una placa visible y disponer de certificación técnica. El registro permitirá verificar si el vehículo está homologado, asegurado y autorizado para circular. Si la aseguradora resulta insolvente, el Consorcio de Compensación de Seguros se hará cargo de las indemnizaciones. La norma también mejora el sistema de atención a víctimas de accidentes de tráfico, actualizando baremos y fomentando vías extrajudiciales de resolución. El Servei Català de Trànsit elaboró en 2023 una ordenanza tipo para que los ayuntamientos armonizasen su normativa local. En el caso de Lleida ya se exige seguro obligatorio para patinetes eléctricos, alineándose con las recomendaciones referidas. Otras ciudades catalanas también están adaptando su normativa basándose en este modelo. Con esta reforma, el patinete eléctrico deja de ser un vehículo “menor” y se reconoce su impacto real en la movilidad urbana. Se trata de proteger tanto al usuario como a quienes se vean involucrados en un accidente. En definitiva, una movilidad más segura empieza por asumir responsabilidades.

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