Sin tapujos

POP-FOLK

Intèrprets: Marala.

Festival MUD.

Sala: Teatre de l’Escorxador.

Data: 16 de març.

★★★★★

En todo festival que se precie, siempre encuentras propuestas para todos los gustos. En un evento tan especial como nuestro MUD, abierto siempre a artistas de parajes muy dispares y a estéticas artísticas casi nunca regladas por los mandamientos del mainstream, lo más lógico es descubrir y sorprendernos con las actuaciones de gente capaz del más difícil todavía. En ese rango debemos colocar al trío Marala, compuesto por la catalana Selma Bruna, la balear Clara Fiol y la levantina Sandra Monfort, en un proyecto musical capaz de aunar, sin ninguna clase de estridencia, tradición e innovación y que juega a ganador con unas puestas en escena espectaculares, capaces de agradar a los públicos más exigentes. Decir que su propuesta más reciente y audaz, la que se ha traducido en el álbum Jota de morir (2022), son una serie de composiciones que presentan como denominador común el tema de la muerte, apoyado en cómo la tradición se ha acercado a esa estación vital ineludible. Canciones propias, inspiradas en bailes de velatorio valencianas, canciones a muertos de Mallorca y los cánticos típicos de las misas de difuntos catalanas y peninsulares, que conforman un espectro temático que, lejos de reflejar la melancolía o tristeza que normalmente uno podría imaginar, adquieren un tono festivo que las Marala recrean, apoyadas en una teatralidad fresca y sugerente, con coreografías ad hoc, y una suerte de provocación hacia el espectador al que se reta a sumarse al espectáculo. El resultado práctico, apoyado en unos juegos de luces muy elegantes, en efectos electrónicos pregrabados que apoyan con magnificencia su propio acompañamiento de teclados y guitarras, es de una plasticidad y belleza magníficos. A destacar, también, que ese sesgo de feminismo combativo suyo que convirtieron en seña de identidad de la formación desde sus inicios y que su primer disco, A trenc d’alba (2020), resaltaba de forma inequívoca, debe destacarse que permanece inalterable, aunque a estas alturas de su historia y seis años después nos parezca más sutil que antaño y habiendo adquirido un tono mucho más mordaz, como si ellas mismas hiciesen guasa del mismo. Bueno, el caso es que su presentación en un Teatre de l’Escorxador, no lleno del todo pero con una muy buena entrada, llegó a emocionarnos durante ciertos momentos de la misma, con tres artistas imponentes dando lo mejor de sí mismas, transitando por unos parajes sonoros sin duda impactantes y reveladores de que siempre puede haber espacio para la sorpresa si uno se brinda a ello sin tapujos.