Flamencos emergentes
Como suele en los grandes eventos jazzísticos plurales de nuestro país, también en este pasado Jazzaldia 2025 hubo espacio amplio para la fusión con el flamenco de protagonista. Valiosos nombres del género y artistas emergentes igualmente meritorios se dieron cita en el Victoria Eugenia y el Kursaal, respectivamente, –también en la plaza Trinidad, el día de la clausura, de la que hablaré en otro artículo, más adelante– con llenos absolutos en todos los casos y la constatación fehaciente de que este maridaje entre música española con raíces y el fondo y formas interpretativos del jazz funciona siempre a la perfección. El primer ejemplo, protagonizado por el músico y compositor onubense Juanfe Pérez a bordo de su proyecto Prohibido el toque, resultó ser una muy interesante propuesta, bastante arriesgada y fresca, poniendo al bajo en el centro del discurso flamenco, en pos de una experimentación y búsqueda, y sin temor hacia lo desconocido. Con Kike Terrón a la percusión, David Sancho en los teclados y la brillante voz y buenas maneras de cantaora de Alicia Morales, el de Villanueva de los Castillejos construyó un sonido híbrido, con un groove brillante sin caer en el efectismo, en el que el flamenco se vistió con vistosos ropajes de electrónica, funk y jazz, aunque sin perder su alma, e invitando a repensar las jerarquías instrumentales dentro del género, sin dibujar límites ni miedos, por expandirse. A seguir, sin duda... Algo más joven que todo el resto de flamencos que se dieron cita en esta edición, pero no menos sólido, sin embargo, que cualquiera de ellos, nos encontramos con Yerai Cortés, guitarrista de lenguaje propio y sensibilidad abierta, que llegó para presentar su último proyecto, titulado, muy a propósito, Guitarra Coral. Rodeado de un elenco de cantantes femeninas, con María Reyes, Triana Maciel, Nerea Domínguez, Elena Ollero, Salomé Ramírez y Macarena Campos, que pusieron algo de baile, palmas y jaleos con una precisión y musicalidad admirables, el guitarrista alicantino ofreció un concierto íntimo y a la vez abierto, en el que las seis cuerdas de su prodigiosa guitarra se convirtieron en columna vertebral para un cante coral, profundo y de gran brillantez escénica, además de por sus evidentes reminiscencias indumentarias lorquianas.
Jazz/Flamenco
Con mucha carrera por delante y margen evidente de mejora, pese a las grandes capacidades y calidades que ya atesora, no querría despedirme de él en estos párrafos sin mencionar uno de sus logros curriculares ya alcanzado y que le hermanará con Donosti para siempre. Me refiero al magnífico documental de 2024, basado en su trabajo y su figura, La guitarra flamenca de Yerai Cortés, creado por el cantante Antón Álvarez, en su debut como director, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, el 20 de septiembre de 2024, y el cual, apenas un año después, ha sido galardonado con el Goya a mejor película documental. Ahí es nada...