SEGRE

Creado:

Actualizado:

El miércoles, 168 comercios de Lleida cerraron a las siete de la tarde en una experiencia reivindicativa para conseguir horarios más racionales, más favorables a la conciliación familiar y más adaptados a los modelos europeos. Una iniciativa que va en la línea de las propuestas de reforma horaria que plantean una europeización de nuestros horarios, para acortar las pausas del mediodía, adelantar los cierres y también las cenas, siguiendo las pautas europeas. Es una iniciativa razonable que puede mejorar la calidad de vida en el sector del comercio e incluso de la hostelería, pero que choca con hábitos ancestrales y con la misma tendencia del mercado. Por una parte se reclama el adelanto de horarios laborales y comerciales, pero por otra, se aprueba la ampliación de aperturas en grandes establecimientos, no se adelantan los informativos o los espacios de máxima audiencia televisiva e incluso se retrasan los horarios de espectáculos deportivos o culturales. Unos reclaman conciliación y, quienes marcan tendencia, mantienen horarios que nada tienen que ver con Europa porque al final lo determinante es la demanda y el negocio que se pueda hacer. Es buena iniciativa la de los comercios de Lleida, pero sirve de poco si no se enmarca en una decisión global de todos los sectores, que evidentemente debería contar con el consenso ciudadano, porque nadie aceptará cerrar a las siete de la tarde si el máximo volumen de ventas se registra entre esta hora y las ocho. A buen seguro que hay horarios más racionales que los que tenemos, pero habrá que cambiarlos paulatinamente, por convencimiento ciudadano y también sin que represente una pérdida de empleo o de rentabilidad en los negocios afectados. Vieja políticaLos expertos que erraron sus pronósticos dicen ahora de que con Hillary ha perdido la vieja política, admitiendo implícitamente que lo de Trump es nueva política, o sea que conseguir votos diciendo o prometiendo lo que los ciudadanos quieren oír sin garantías de cumplirlo es lo nuevo. Esto se llama populismo y aunque vuelve a estar de moda con practicantes de todo pelaje ya funcionó con un tal Lerroux.

tracking