SEGRE

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El Aragón y Catalunya abrió el lunes la campaña de riegos sin restricciones y a la demanda gracias a las últimas lluvias que han llenado los embalses del Ésera. Barasona almacena 82,2 hm³ y está al 97%, mientras que San Salvador tiene 135 hm³ y está al 98,4%. “Hemos tenido la suerte de que el temporal se ha centrado en la cabecera del río y los pantanos alivian para dejar un margen de resguardo, pero somos conscientes de que son pequeños para regar más de 100.000 ha. Por ahora, regaremos toda el área regable de ambos embalses y no tocaremos el Ribagorçana, que además abastece a Pinyana y Algerri-Balaguer. Además, revisaremos la situación cada 14 días para cuando sea preciso racionar en junio, julio y agosto”, explicó el presidente de la comunidad de regantes, José Luis Pérez. En la cuenca del Segre, los embalses de Rialb y Oliana suman 169 hm³, mientras que hace un año en estas fechas almacenaban 84,5, la mitad que en la actualidad. No obstante, a estos casi 169 hm³ hay que restarles 50 del agua inutilizable de Oliana y las garantías a los abastecimientos de boca y el caudal ecológico. Según técnicos del Canal d’Urgell, todavía no hay reservas suficientes para una campaña normal. Por ahora solo están garantizados dos riegos (o hidros) y lo ideal sería contar con entre 180 y 200 hm³ útiles para un tercero. Oliana y Rialb ya ahorraron reservas el pasado año al optar por dar agua a los frutales y sacrificar el cereal, no sin críticas de este sector, que para colmo aún no ha cobrado las ayudas prometidas. En esta campaña serán los payeses los que decidan qué regar, pero es casi seguro que se salvará el cereal de invierno y tendría que ir muy mal para no asegurar segundas cosechas y los frutales. La comunidad está a la espera de las precipitaciones de este mes para comenzar la campaña. Si hay lluvias, la podría retrasar, aunque se prevé abrir por Sant Josep. Por tanto, la situación de las cuencas del Ebro es mejor que la del año pasado y mucho mejor que la de las cuencas internas de Catalunya, de las cuales dependen seis municipios del Solsonès. Ante esta situación, son muchos los actores, entidades y organismos que llevan días presionando para una interconexión de cuencas, que hoy por hoy es imposible porque la gestión del Ebro está en manos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que no está por la labor, y con razón, porque no tiene ningún sentido que no estando asegurada el agua para los canales y abastecimientos de Lleida se reactive el fantasma de los trasvases sin haber resuelto los problemas propios. Desde 2008 el ACA sabe que las cuencas internas, de donde bebe Barcelona, tienen un suministro de agua totalmente insuficiente y no se han ejecutado ni la mitad de las obras previstas para subsanar esta escasez y bajo ningún concepto se puede vestir un santo desvistiendo a otro y menos en plena crisis del campo. 

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