El comercio de proximidad, en horas bajas
Establecimientos de los llamados “de toda la vida” están cerrando de forma paulatina en los principales barrios de Lleida, así como en numerosos municipios de la demarcación. La falta de relevo generacional, la competencia de las grandes cadenas, el elevado precio de los alquileres y las compras on line son las causas, según los comerciantes que exponían sus inquietudes en un reportaje que publicábamos ayer al respecto. Y es muy difícil poner solución a estas causas porque están intrínsecamente relacionadas con la evolución de la sociedad y los avances tecnológicos que se van imponiendo y cambiando nuestras vidas a pasos agigantados. Algunos propietarios reclaman más implicación de las administraciones, mientras que otros asumen que deben modernizarse para adaptarse a los tiempos que corren. Sea como sea, el comercio de kilómetro 0 tiene el encanto de la proximidad, así como la confianza que existe entre cliente y vendedor, y es una pena ver cómo poco a poco se impone la frialdad e impersonalidad de las interacciones vía telemática. En los pueblos, las soluciones pasan por los ayuntamientos que, ante el cierre de comercios, asumen su gestión para asegurar el servicio básico a sus vecinos, o bien por encontrar personas de otros municipios que quieran coger el relevo de este tipo de negocios, como ha ocurrido en El Soleràs.
Otra iniciativa interesante ha surgido recientemente gracias a la agrupación de micropueblos del Segrià, que reúne a nueve municipios de menos de 500 habitantes (Alcanó, Almatret, Aspa, Llardecans, Montoliu de Lleida, Sarroca de Lleida, Sunyer, Torre-serona y Torrebesses). Esta entidad ha impulsado una plataforma de comercio en línea para que los clientes de las tiendas de estos municipios puedan comprar productos de otras poblaciones y de los diferentes establecimientos. De esta manera, quieren reforzar el comercio de los municipios participantes y la producción de proximidad. La iniciativa Al poble hi ha de tot cuenta con una quincena de productores y doce tiendas. La compra se hace a través de unas pantallas táctiles que se instalaron en los comercios o en línea, y entre los múltiples productos que se pueden adquirir en la plataforma hay carnes, quesos, frutos secos, aceite o cerveza, entre muchos otros. Este es un claro ejemplo de lo necesario que es adaptarse a los nuevos tiempos y es una herramienta más, y de fuerte calado, para arraigar a la población en sus municipios. No nos cansaremos de reclamar que, para luchar contra el despoblamiento, es necesario dotar a todos los municipios de los servicios necesarios para garantizar el día a día y el trabajo de sus vecinos. Y esto pasa por disponer de una buena conexión a internet, por tener comunicaciones viarias correctas pero también por poder comprar cerca de casa el pan del día.