El caso Mazón y el caso Illa
La carta en la que la periodista Maribel Vilaplana dio cuenta el pasado viernes de lo que hizo en las horas en las que, el día de la dana, almorzó con Carlos Mazón ha puesto de nuevo los focos sobre el presidente valenciano. La misiva sigue dejando en el aire lo que hizo Mazón algunas horas aquella tarde, lo que es un misterio un año después de una tragedia que no ha pasado factura al líder del PP de Valencia. Al contrario. Mazón provoca incendios en los más diversos temas para que se siga hablando de él en relación a todo menos a los centenares de víctimas de una catástrofe que deberá esclarecer una jueza a la que deberían dejar trabajar con tranquilidad, algo que no siempre ha ocurrido. Mazón habla, por ejemplo, del tema de la lengua, en el que saca rédito político de un negacionismo lingüístico científicamente impresentable. Parece mentira que a estas alturas haya alguien todavía que niegue que el catalán y el valenciano son la misma lengua. Pues bien. Hay quien lo hace, y es ni más ni menos que el presidente de la Generalitat valenciana. Un presidente que esta semana, ante la propuesta de su homólogo catalán, Salvador Illa, de aunar voluntades para fortalecer el eje mediterráneo, respondió que ese eje no es bueno para València, posicionándose en contra de algo que pide la patronal valenciana. Las políticas para obstaculizar las relaciones de Catalunya y València merecen una tesis doctoral. En el país que tiene más kilómetros de alta velocidad después de China, con Madrid conectada con AVE a todas las capitales de provincia, la segunda y la tercera ciudades españolas no tienen conexión de alta velocidad. Mazón participa de una forma de hacer política con palabras gruesas a la que el número dos del PP, Miguel Tellado, se ha sumado este fin de semana con unas intolerables palabras sobre la necesidad de cavar la fosa del gobierno socialista. Una forma de hacer política que se encuentra a las antípodas de la de Illa, que ayer dijo que no habrá normalidad hasta que vuelva Puigdemont y Junqueras pueda ser candidato. Parece tener claro cuál es, como él mismo dice, su “deber como presidente de los catalanes”. No está tan claro que Mazón lo tenga como presidente de los valencianos.
Borrar whatsapps
La Fiscalía de Lleida considera que el borrado de whatsapps puede ser indicio de delito al constatar un aumento de casos en los que los mensajes son borrados por el denunciado. Puede parecer lógico, pero también es peligroso. Este es un indicio que se achaca precisamente al fiscal general del Estado, y cabe preguntarse si no es aconsejable borrar mensajes después de ver que el juez Peinado ha reclamado los de Begoña Gómez desde el año 2018.