La investigación, un pilar básico de nuestro futuro
“Gracias a la investigación estamos aquí.” Estas palabras de Rebeca Ríos, afectada por un cáncer de mama, durante una jornada celebrada el jueves en Lleida sobre esta enfermedad, ilustran mejor que muchos artículos el gran valor de la investigación. Hace pocas décadas, un diagnóstico de cáncer casi equivalía a una sentencia de muerte en un corto espacio de tiempo. Ahora, en determinados tipos de tumores el nivel de curación es muy elevado y en otros, incluso metastásicos, hay tratamientos que consiguen convertirlos en una enfermedad crónica. Esto no habría sido posible sin el trabajo de los científicos. Un ejemplo son los del equipo del IRBLleida que ha desarrollado con éxito un ensayo en ratones de cara a poder diseñar una terapia dirigida contra el peor tipo de cáncer de mama, el triple negativo. La investigación es clave para tratar todo tipo de enfermedades, pero también para muchos otros ámbitos. La humanidad ha avanzado gracias a ella; por eso resulta necesario reivindicar su valor, porque siempre suele ocupar un lugar secundario en los presupuestos públicos y, a la vez, es una de las primeras partidas que se recortan cuando hay una mala coyuntura económica. Además, en el sector privado todavía hay empresas que la relegan a un segundo plano, cuando puede ser vital para su porvenir. Los datos de la OCDE correspondientes a 2023 demuestran que los países más adelantados tecnológicamente son los que dedican un mayor porcentaje del PIB al I+D+i. Destaca por encima de todos Israel, con más del 6%, seguido de Corea del Sur (5%), mientras que en Taiwán es un 4% y Suiza, Austria, Finlandia, Estados Unidos, Suecia, Bélgica, Alemania, Dinamarca y Japón destinan entre un 3% y un 3,4%. Por su parte, España se queda en solo el 1,5%. Invertir en investigación es invertir en un futuro mejor, con menos enfermedades incurables, con más facilidades para la vida cotidiana o con más posibilidades de mitigar el cambio climático, entre otras muchas mejoras.
Junts aprieta al PSC en Lleida
El actual mandato municipal comienza a encarar su tramo final, porque queda poco más de año y medio para las elecciones de 2027. Cada partido ya empieza a perfilar su estrategia y esto afectará sin duda a los gobiernos locales que no tienen mayoría, como el de Lleida ciudad. Hasta ahora, el PSC había contado con el apoyo casi permanente, y sin tener que hacer grandes concesiones, del grupo de Junts para aprobar los principales expedientes, como las ordenanzas fiscales y los presupuestos. Sin embargo, la tramitación de las tasas y tributos para el próximo año ha constatado que a partir de ahora lo tendrá más difícil para conseguir este respaldo.