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RRHH | SeleccióN del TalentO
Rebelión en el laboratorio
Es tal la indignación provocada por la administración americana al recortar la financiación a numerosos proyectos de investigación que no coinciden con su línea ideológica que unos 2.000 investigadores han elevado su grito advirtiendo de lo que puede pasar si la investigación pasa a tener una tilde política y salen de su radar los proyectos relacionados con la igualdad de género, el medio ambiente y otros.
Entre ellos, hay desde Premios Nobel a investigadores españoles como el catalán Joan Massagué, director del brazo científico del Centro Oncológico Memorial de Nueva York y otros científicos españoles de renombre como: el genetista Ginés Morata y el virólogo Esteban Domingo, que a la vez pertenecen a la Academia Nacional de Ciencias estadounidense.
Catalonia Talent Bridge
Mientras la administración de Trump declara la guerra a lo que no se ajuste a su ideario, son numerosos los países que se han lanzado a la caza de su talento, entre ellos España quien, a través de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha dejado claro el interés de atraer a los investigadores despreciados por dicha administración, dentro del programa ATRAE. La Generalitat ha puesto en marcha el Catalonia Talent Bridge, programa a tres años con un presupuesto de 30 millones y que pretende atraer a 70 investigadores americanos que cumplan criterios de excelencia.
Aprovechar o aprovecharse
Si aceptamos como definición de aprovechar el hacer algo útil o de valor, y que aprovecharse implica lo mismo, pero con una cierta explotación del otro, el citado programa de excelencia deberemos reconocerlo, a priori y pendiente de su desarrollo, como un proyecto útil o como lo calificaría Marc Giró en su espacio del programa Està Passant ¡Aprobado! En definitiva, que vemos que no solo las organizaciones privadas acuden al mercado a fichar talento. También las públicas. Y eso siempre es de aplaudir.
Amenaza global al progreso
En un tema como el de la investigación con proyectos en los que participan a la vez investigadores de distintos países, la decisión de la administración Trump no solo castiga a los suyos, también a muchos de otros países que colaboran con ellos. Y, por si fuera poco quitar la financiación, amenaza también con impedir el acceso de los investigadores extranjeros a los resultados de los proyectos americanos. Medidas que pueden interrumpir investigaciones relacionadas con la salud y en definitiva con el bienestar de la mayoría de los ciudadanos, al pretender convertir la investigación en un coto privado, sólo al alcance de sus propietarios.