El testamento de Nobel
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Premios por accidente
Así como el descubrimiento de la pólvora se atribuye a los chinos allá por el siglo IX y su utilización mayoritaria iría al del campo armamentístico, con Alfred Nobel llegaría en 1866 la dinamita, un explosivo que permitiría la explosión “controlada”, especialmente útil en el campo de las grandes obras de ingeniería, aunque también acabara empleándose en los explosivos bélicos. De su mano, unas veces por accidente y otras como objetivo directo, se produciría la muerte de miles de personas. En el listado de los que cayeron accidentalmente se encuentra Emil Nobel, hermano de Alfred. Un accidente recogido por los medios de la época bajo el título “la muerte del mercader de la muerte” al creer por error que la víctima era el investigador (Wikipedia). Un hecho que, unido al dolor por la muerte accidental de su hermano, llevó a Alfred Nobel a querer “lavar” su conciencia, dejando en testamento una parte de la enorme fortuna amasada con la dinamita a los profesionales y organizaciones que más destacaran por su contribución en pro de la humanidad.
Nobel de la Paz. Explosión incontrolada
Es sin duda la nominación más controvertida entre las seis especialidades. Y es que entre las personas nominadas y que gozan de la simpatía de la gente, las hay que no han llegado a ganarlo nunca, como Gandhi y, entre las que lo han ganado, muchas de ellas no cuentan con el menor consenso social. La pregunta que nos hacemos todos es ¿por qué el Nobel de la Paz es el más controvertido? Probablemente se debe a que los nominados en esta área son personajes públicos y, en consecuencia, no solo están sometidos a la evaluación del comité de expertos nombrado por el Parlamento Sueco, también a la del jurado popular que somos todos, cada uno con nuestra ideología e intereses particulares. Mientras que en el resto de las especialidades los nominados son profesionales especializados y por lo tanto se escapan al conocimiento de la mayoría de los mortales y de su juicio crítico.
¿Premio Nobel de Psicología?
Como todos sabemos, Alfred Nobel nombró herederas a cinco especialidades: Física, Química, Medicina, Literatura y Paz, añadiéndose en el año 1968 el premio de Economía, gracias al apoyo del Banco de Suecia. Aunque no existe el Nobel de Psicología, sí que hay algunos psicólogos que lo han ganado por su contribución a las especialidades beneficiarias en el testamento. El primero y más conocido de todos es Daniel Kahneman, fallecido el pasado año y ganador del Nobel de Economía en 2002 por su teoría acerca de cómo toman decisiones las personas en entornos de incertidumbre, explicándonos a todos que las respuestas tomadas no siempre eran las que contaban con una mayor probabilidad ni las que entraban dentro de la más estricta racionalidad, tal y como nos explicó Kahneman en su libro Pensar rápido, pensar despacio.