El deporte como espectáculo

Ayer el Força Lleida no pudo conseguir el récord de estar un año sin perder como equipo local. Habría sido un hito muy importante y de gran mérito si miramos todos los equipos que han pasado por el Espai Fruita Barris Nord, pero eso no quita importancia a todo el trabajo hecho hasta el momento. Excepto este dato, me gustaría hacer una reflexión enfocada a la gran cantidad de protagonistas que han hecho posible todas estas victorias hasta el día de hoy.

Me planteo si es buena señal que hayan pasado muchos jugadores defendiendo la camiseta del Força Lleida y que pocos hayan sido los afortunados en poder decir que han estado en todos esos partidos. Todo evoluciona muy rápido, y seguro que estamos ante un cambio de la concepción de deporte de club. Los acontecimientos deportivos evolucionan simplemente hacia un espectáculo, en el que los jugadores son mercenarios y van donde les dan las mejores condiciones o donde pueden tener un escaparate mayor para poder progresar en sus carreras.

Antes los aficionados se sabían las alineaciones casi de memoria, pero ahora lo tienen más difícil que recordarlos, ya que las plantillas van cambiando muy a menudo de una temporada a otra. No se tienen jugadores formados en el club, que son el referente de la gente formada en la casa y aquellas personas que inculcan la filosofía del club, pero parece que este hecho no sea compatible con el espectáculo. Show o no, hoy los leridanos podemos estar contentos porque el espectáculo del baloncesto del Força Lleida ha podido con el partido de fútbol del Barça en el Villamarín, un día más la afición ha respondido y eso significa que los equipos de Lleida nos empiezan a importar a los leridanos.