Aún habrá que esperar
En lo deportivo, se entiende. Nueva derrota del Lleida CF, que viajó con lo justo entre sanciones y lesiones y con tres juveniles en el banquillo, demostrando que ahora mismo los jugadores tienen la cabeza en otro sitio o, si nos apuran, en donde verdaderamente deben tenerla. Matemáticamente lejos del descenso y del play off de manera virtual, lo único que queda por saber es si el play out es aún posible de que le alcance, cosa también virtualmente difícil de que suceda. Habrá que esperar una semana más para que todo quede de manera oficial. En cualquier caso, una nueva derrota a falta de dos partidos que va a significar que se prolongue aún más esa sensación de inseguridad, de incertidumbre, de qué va a pasar en este club que amenaza ruina. Sí, el gol del Torrent llegó en el minuto 87 cuando parecía que el 0-0 inicial era ya inevitable, lo que hubiese supuesto el decimoctavo empate en el presente curso. Y que el Lleida, con el segundo Jordi Cortés en el banquillo, no hizo su primer cambio y el único hasta el minuto 88, por hacer alguno básicamente. Pero el caso es que nos da el pálpito de que hasta que la salvación deje de ser virtual para pasar a ser matemática, no se va a entrar de lleno, si es que se entra de una vez por todas, en lo importante. Mover ficha, agilizar gestiones, buscar ingresos debajo de las piedras o hacer Primitivas y Euromillones como posesos. Eso sí que es importante para no tener que decir aquello de crónica de una muerte anunciada.