Los payasos toman Alcoletge

Los payasos y los bufones están de moda. Y si no que se lo digan a los organizadores del festival Buuuf!, que se han visto desbordados por la avalancha de peticiones de compañías para participar en la sexta edición, que ayer se inauguró en Alcoletge. Los visitantes podrán disfrutar hasta mañana de una veintena de compañías o artistas que ofrecerán 39 actuaciones, tanto para niños como para adultos, en siete escenarios distribuidos por calles y plazas de la localidad, además del salón de actos del ayuntamiento. Son más que en cualquiera de las ediciones anteriores, pero podrían haber sido aún muchísimos más. Y es que los organizadores, que por primera vez montaron una convocatoria abierta para diseñar el cartel, recibieron hasta 120 solicitudes de compañías (de España, pero también de Europa y América) para actuar, de las que solo pudieron seleccionar una veintena. “Un centenar de artistas se han tenido que quedar fuera y nos ha sabido muy mal. Esta elevada demanda nos hace pensar en ampliar el festival en la próxima edición, en días o en espacios para actuar”, explicó Magí Valls, uno de los impulsores del certamen, que cuenta con un presupuesto de unos 30.000 euros entre las aportaciones del ayuntamiento y la Diputación.

Esta nueva edición arrancó ya ayer por la mañana con un taller de formación a cargo de Jango Edwards y que contó con una decena de inscritos, entre profesionales y amateurs. “Buuuf! está ya al nivel de cualquiera de los festivales de payasos que se hacen. Nos superamos cada año. Jango es uno de los mejores del mundo, es un lujo que haya venido. Es como Mick Jagger en la música”, aseguró Valls. El cartel, el más mediático de todas las ediciones, cuenta con figuras como Marcel Gros o Pepe Viyuela (que actuará mañana por la mañana). El primero, junto a Fadunito, fue el encargado de abrir ayer por tarde la tanda de actuaciones (todas de entrada libre y en las que al final se pasa la gorra) en los espacios del Carrer Nou y la plaza Països Catalans. El programa del festival, que cuenta con la implicación de los vecinos del Alcoletge, incluye también un mercado, juegos y un premio.