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El descanso, el gran olvidado en la pérdida de peso: ¿Cómo influye el sueño en el metabolismo?

Más de 4 millones de españoles sufren insomnio crónico, provocando desequilibrios hormonales que favorecen el aumento de peso y complican los procesos metabólicos

Dormir mal no solo genera fatiga, sino que también altera procesos hormonales que regulan el apetito y el metabolismo.

Dormir mal no solo genera fatiga, sino que también altera procesos hormonales que regulan el apetito y el metabolismo.Unsplash

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La falta de un descanso adecuado no solo genera fatiga y cansancio, sino que también provoca alteraciones significativas en los procesos hormonales que regulan el apetito y el metabolismo en nuestro organismo. Según datos recientes de la Sociedad Española de Neurología (SEN), más de 4 millones de adultos en España padecen insomnio crónico, lo que se traduce en consecuencias negativas para la memoria, el estado de ánimo y la salud general. Este problema, lejos de ser meramente una cuestión de cansancio, está directamente relacionado con trastornos metabólicos que pueden derivar en problemas de sobrepeso.

Con motivo del Día Mundial del Sueño, que se celebra cada 14 de marzo, los especialistas de PronoKal® han puesto el foco en la estrecha relación que existe entre el descanso nocturno y el peso corporal. Los expertos destacan que cualquier proceso de pérdida de peso requiere prestar atención a la calidad del sueño, un factor determinante que a menudo pasa desapercibido, pero que resulta fundamental en el control metabólico. La evidencia científica respalda la existencia de una asociación bidireccional entre la calidad del sueño y el peso, donde ambas condiciones se influyen mutuamente.

Las investigaciones recientes, como el estudio "Sleep Deprivation: Effects on Weight Loss and Weight Loss Maintenance" (2022), confirman que dormir mal favorece el aumento de peso a través de diversos mecanismos fisiológicos. Entre ellos destaca el desequilibrio en la liberación de hormonas clave: la falta de sueño eleva los niveles de cortisol, promueve la resistencia a la insulina, reduce la leptina (hormona de saciedad) y aumenta la grelina (hormona del hambre). Este cóctel hormonal crea un círculo vicioso donde la mala calidad del sueño incrementa el apetito y dificulta el control del peso.

El círculo vicioso entre el mal descanso y los problemas de peso

La relación entre el sueño insuficiente y el aumento de peso se explica principalmente por alteraciones en el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal. Cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo experimenta un aumento en los niveles de cortisol, conocida como la hormona del estrés, que favorece el almacenamiento de grasa abdominal y contribuye al desarrollo de resistencia a la insulina, dificultando el procesamiento adecuado de los azúcares.

Además, dormir menos de las 7-9 horas recomendadas por los especialistas provoca un desequilibrio notable en las hormonas que regulan el apetito. Por una parte, disminuyen los niveles de leptina, la hormona encargada de enviar señales de saciedad al cerebro, mientras que aumentan los de grelina, responsable de estimular las sensaciones de hambre. Este desajuste hormonal incrementa la probabilidad de consumir más calorías de las necesarias y predispone a elecciones alimentarias menos saludables.

La situación se complica aún más en personas que ya presentan sobrepeso u obesidad, puesto que suelen experimentar trastornos del sueño como la apnea obstructiva, que provoca múltiples despertares nocturnos y fragmenta el descanso. Como señala Pilar Morales, responsable del departamento de coaching de PronoKal®: "Las emociones pueden interferir en la alimentación, provocando lo que se conoce como hambre emocional". Esta interacción entre fatiga, estrés y ansiedad puede desembocar en conductas alimentarias impulsivas, donde muchas personas recurren a la comida como mecanismo para gestionar emociones negativas.

Recomendaciones para mejorar la calidad del sueño y el metabolismo

Con el objetivo de fomentar un descanso reparador que contribuya a mantener una buena salud metabólica, los especialistas de PronoKal® han elaborado una serie de recomendaciones prácticas:

1. Establecer un horario regular de sueño: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a sincronizar el reloj biológico interno, facilitando tanto conciliar el sueño como despertar naturalmente.

2. Evitar pantallas antes de dormir: La luz azul que emiten dispositivos como móviles, tabletas u ordenadores inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. Lo recomendable es evitar su uso al menos una hora antes de acostarse.

3. Cuidar la alimentación nocturna: Las cenas deben ser ligeras, priorizando alimentos saludables y evitando sustancias estimulantes como la cafeína o azúcares refinados, que pueden interferir en la conciliación del sueño.

4. Optimizar el ambiente para dormir: Un dormitorio oscuro, silencioso y con una temperatura agradable (entre 18 y 21 grados) favorece un sueño de calidad.

5. Realizar actividad física regular: El ejercicio contribuye a reducir los niveles de estrés y mejora significativamente la arquitectura del sueño, aunque conviene evitarlo en las horas próximas a acostarse.

6. Practicar técnicas de relajación: La meditación, los ejercicios de respiración profunda o el yoga suave antes de dormir pueden ayudar a calmar la mente y preparar el cuerpo para el descanso.

¿Cómo afecta la pérdida de peso a la calidad del sueño?

El Estudio de Calidad de Vida, publicado en la prestigiosa revista Internacional Nutrients, ha aportado evidencias significativas sobre cómo los pacientes que consiguieron perder peso siguiendo el Método PronoKal® (PNK) no solo experimentaron mejoras en parámetros relacionados con el peso y la composición corporal, sino que también lograron optimizar aspectos esenciales de su bienestar, entre ellos, la calidad del sueño.

Este círculo virtuoso permitió a los participantes regular sus ejes hormonales y metabólicos, reduciendo considerablemente el riesgo de recuperar el peso perdido a medio y largo plazo. Los datos subrayan que abordar el sobrepeso y la obesidad mediante un tratamiento médico supervisado no solo favorece la pérdida de grasa, sino que también contribuye a mejorar el descanso nocturno y prevenir enfermedades metabólicas como la hipertensión, la diabetes tipo 2 o las alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos.

¿Por qué muchas dietas fracasan al no contemplar el factor sueño?

Un aspecto frecuentemente ignorado en los programas convencionales de pérdida de peso es la importancia del descanso adecuado. Los especialistas advierten que muchos regímenes alimentarios no contemplan este factor crucial, lo que puede explicar parte de su alto índice de fracaso a largo plazo. Cuando una persona sigue una dieta restrictiva pero mantiene patrones de sueño deficientes, los mecanismos hormonales anteriormente descritos pueden sabotear incluso los esfuerzos más disciplinados.

El enfoque integral, que considera tanto la alimentación y el ejercicio como la calidad del sueño, muestra tasas de éxito significativamente superiores. Esto se debe a que aborda el problema desde sus múltiples dimensiones fisiológicas, permitiendo que el organismo encuentre un equilibrio hormonal que facilite la pérdida de grasa y su mantenimiento en el tiempo.

Un descanso adecuado favorece la regulación del peso, mejora el estado de ánimo y previene numerosas enfermedades. Este Día Mundial del Sueño representa una oportunidad ideal para adoptar hábitos que impulsen un bienestar integral, recordando que dormir bien es una forma fundamental de cuidar nuestra salud metabólica.

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