El polen llegará antes y se quedará más tiempo esta primavera por las lluvias y el calor
La Sociedad Española de Alergología advierte que las condiciones climáticas provocarán una temporada de alergia más larga, con niveles récord en el sur peninsular y mayor riesgo para la población

Una persona pasea junto a un arbusto repleto de flores.
La temporada del polen en España comenzará antes de lo habitual y se prolongará durante más tiempo esta primavera debido a las abundantes precipitaciones registradas en febrero y marzo, combinadas con las temperaturas elevadas del pasado invierno. Según las previsiones presentadas este jueves por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), estas condiciones meteorológicas provocarán que los síntomas alérgicos sean más persistentes en 2024, afectando a un número creciente de personas.
El doctor Juan José Zapata Yébenes, presidente del comité de aerobiología de la SEAIC, ha alertado de que la fertilización de las plantas "posiblemente se adelante al mes de abril y se alargue hasta finales de junio y en algunos casos hasta septiembre". Los expertos subrayan que el cambio climático está creando "un entorno más hostil" para los pacientes alérgicos, ya que las temperaturas más altas están generando un incremento en la producción polínica y en la cantidad de alérgenos presentes en los granos de polen.
"Las condiciones climatológicas que estamos presenciando van a hacer que cada vez más las estaciones polínicas sean mucho más largas y la afectación, por tanto, a nuestros pacientes sea mucho más grande", ha explicado Zapata. El especialista ha destacado también el "estrés" que experimentan las plantas cuando se exponen a temperaturas extremas, un factor que influye directamente en su comportamiento reproductivo.
El impacto de la contaminación en las alergias
La SEAIC ha puesto el foco en cómo la contaminación atmosférica está agravando la sensibilidad a los alérgenos. La polución no solo potencia los efectos del polen en la salud respiratoria, sino que además altera las barreras protectoras naturales del organismo, como la mucosa nasal, la piel y la conjuntiva ocular, facilitando así la penetración de partículas alergénicas.
Los especialistas advierten que este fenómeno podría afectar incluso a personas que tradicionalmente no han padecido alergias al polen. "La contaminación y el cambio climático producen cambios significativos tanto en el interior del cuerpo como en el exterior, lo que favorece que una persona no alérgica lo sea o tenga mayor probabilidad de convertirse en alérgica", señalan desde la SEAIC.
Las previsiones de los alergólogos apuntan a un futuro preocupante: más de un tercio de la población mundial podría desarrollar algún tipo de alergia respiratoria en las próximas décadas, siendo los pólenes uno de los principales desencadenantes de estas patologías.
Zonas de España con mayor concentración polínica
El mapa de concentraciones polínicas para esta primavera sitúa al sur peninsular como la región más afectada. Extremadura, Sevilla y Jaén alcanzarán niveles que la SEAIC califica como "máximos históricos", con concentraciones estimadas entre 16.000 y 19.000 granos por metro cúbico. Esto supondrá, según Zapata, una "afectación sobreañadida de la población" en estas zonas. Córdoba y Granada también registrarán niveles elevados, aunque algo más moderados.
En el centro peninsular, los pólenes de gramíneas, olivo, plátano de sombra y cupresáceas serán "especialmente relevantes" durante la primavera de 2024. Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid experimentarán una temporada "moderada-intensa". Toledo destaca particularmente, con previsiones que apuntan a concentraciones de hasta 6.000 granos por metro cúbico.
En cuanto al norte de España, Vitoria se perfila como uno de los puntos con mayor presencia de polen, con aproximadamente 5.200 granos por metro cúbico. También Logroño y Pamplona afrontarán una primavera de intensidad moderada en términos de carga polínica.
¿Cómo protegerse durante la temporada alta de polen?
Los especialistas de la SEAIC recomiendan varias medidas preventivas para reducir la exposición al polen durante los períodos de alta concentración:
- Consultar los niveles diarios de polen a través de aplicaciones especializadas o portales meteorológicos
- Mantener las ventanas cerradas, especialmente durante las primeras horas de la mañana y al atardecer, cuando la concentración polínica suele ser mayor
- Utilizar filtros HEPA en los sistemas de climatización del hogar y vehículos
- Evitar actividades al aire libre en días de alta polinización, especialmente en zonas con abundante vegetación
- Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa para eliminar los restos de polen adheridos
- Seguir el tratamiento prescrito por el alergólogo, que puede incluir antihistamínicos, corticoides nasales o inmunoterapia específica
¿Qué diferencia hay entre alergia y asma por polen?
Aunque relacionadas, la alergia al polen y el asma polínico presentan características diferentes. Mientras la alergia se manifiesta principalmente con síntomas como rinitis, conjuntivitis o dermatitis, el asma afecta directamente a las vías respiratorias inferiores, provocando tos, sibilancias, opresión torácica y dificultad para respirar.
Muchos pacientes con polinosis pueden desarrollar asma durante la temporada de polinización, un fenómeno conocido como "asma estacional". Este tipo de asma requiere un manejo específico, ya que puede complicarse rápidamente durante los picos de concentración polínica. Los especialistas insisten en la importancia de un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adaptado a cada caso.
Con las previsiones actuales, la SEAIC recomienda a las personas alérgicas consultar con su especialista para ajustar el tratamiento antes del inicio de la temporada polínica, especialmente considerando que este año se espera un adelanto y una mayor duración de la misma debido a las condiciones climáticas mencionadas.