Cinco nombres de mujer que acabarán por desaparecer: Eran comunes pero ya casi nadie los usa
La influencia de las tendencias modernas y la globalización está cambiando las preferencias a la hora de elegir el nombre de un bebé

Algunos nombres otrora tradicionales ya no se eligen para los recién nacidos.
En un mundo donde las tendencias de nombres cambian constantemente, hay ciertos nombres de mujer que, a pesar de su antigüedad y tradición, están desapareciendo lentamente de las listas de los preferidos de los padres para sus bebés. Nombres como Remedios, Asunción, Consuelo, Dolores y Natividad eran comunes en generaciones pasadas, pero hoy en día casi no se ponen a recién nacidas. Actualmente, el nombre más popular para niña en Lleida es Júlia/Julia, seguido de Aina, Arlet, Abril, Martina y Clara, mientras que los anteriormente citados ni siquiera aparecen en las últimas estadísticas de nombres más frecuentes en bebés que publica Idescat.
Remedios, un nombre con fuertes connotaciones religiosas, evoca la devoción hacia la Virgen de los Remedios. A pesar de ser común en algunas regiones, especialmente en el sur de España, su sonoridad antigua y la falta de relevancia cultural contemporánea hacen que sea cada vez menos popular. Este nombre, asociado a la tradición cristiana, ha sido desplazado por otros más modernos y sencillos.
Asunción es otro nombre que hace años era muy popular, pero que ha sido sustituido por opciones más modernas. Aunque es un nombre relacionado con la Virgen María y sigue teniendo una fuerte carga religiosa, prácticamente ya no se pone a las recién nacidas.
Además de estos, Consuelo es otro nombre que, aunque ha tenido su apogeo en el siglo XX, está perdiendo popularidad. Asociado con la Virgen del Consuelo, su uso ha decaído notablemente, y las nuevas generaciones lo ven como un nombre anticuado. La misma suerte corre Dolores, un nombre también vinculado a la religión católica, que se refiere a la Virgen de los Dolores. A pesar de su fuerte carga emocional y religiosa, pocos padres lo eligen en la actualidad debido a su percepción de ser un nombre “demasiado clásico” o de una época pasada.
Natividad, otro nombre con un significado profundamente religioso, relacionado con el nacimiento de Jesucristo, también está perdiendo adeptos. Aunque se sigue utilizando en ciertos círculos, el nombre ha quedado desfasado en las últimas décadas, siendo reemplazado por alternativas más modernas. Este nombre sigue presente en las festividades religiosas, pero fuera de este contexto, su uso ha quedado relegado a un segundo plano.
En muchos casos, los padres optan por nombres populares en otros países, como Emma, Sofía, Martina o Valentina, que se asocian con una identidad más globalizada y actual. La globalización también influye en la desaparición de nombres más autóctonos, y la influencia de la cultura anglosajona ha dado paso a nombres de origen anglosajón, francés o italiano y, sobre todo, más cortos.
Este fenómeno no es exclusivo de España. En muchos países, los nombres tradicionales y religiosos están desapareciendo a medida que las generaciones más jóvenes buscan opciones más modernas o internacionales para sus hijos.