La segunda edición de ‘Diàlegs’ concluye con un coloquio sobre el impacto de la robótica en la humanidad

A la hora de desarrollar un avance tecnológico, ¿se tienen en cuenta sus posibles aplicaciones negativas? La segunda edición del ciclo Diàlegs, organizado por la Fundació Orfeó Lleidatà, el Institut d’Estudis Catalans (IEC), la Universitat de Lleida (UdL) y el grupo SEGRE, concluyó este martes por la tarde intentando resolver esta gran incógnita y muchas otras en torno a la ética del progreso. Josep Amat, científico y miembro del IEC, y Miquel Pueyo, profesor de filología y comunicación de la UdL, reflexionaron sobre cómo la tecnología puede influir en la evolución de la especie humana en una cita con éxito de asistencia que estuvo moderada por Anna Sàez, directora de SEGRE, periodista y escritora.

“Existe una dualidad en la tecnología porque se puede usar para cosas positivas, pero también para hacer mucho daño”, aseguró Amat, cuyo equipo universitario trabaja en la elaboración de robótica quirúrgica. “El investigador es hijo del afán por aprender, los recursos son limitados y las necesidades son elevadas”, afirmó Pueyo, que añadió: “Mi principal preocupación es la equidad: cualquiera tiene que poder acceder a estos avances”. Asimismo, los expertos coincidieron en que “el reto de las máquinas es que sean útiles y fáciles de usar, porque la tecnología avanza mucho más deprisa que nuestra capacidad como humanos de asimilarla y entenderla”, constató Amat. Además, ambos ponentes pusieron en común sus experiencias como profesores universitarios. Pueyo afirmó que herramientas como la inteligencia artificial se deberían normalizar e “incorporar en cada disciplina (como la docencia) de manera que funcionen como auxilio”. Por su parte, Amat apuntó que “nuestros jóvenes tienen el sentido de la ética mucho más elevado que nosotros”.

A lo largo del coloquio, Sàez también abordó temáticas como la legislación sobre el progreso o la posibilidad de la tecnología de cambiar la humanidad.