La NASA halla un tesoro geológico en el borde del cráter marciano Jezero
El rover Perseverance ha encontrado una diversidad rocosa sin precedentes que incluye muestras posiblemente formadas hace 3.900 millones de años y minerales transformados por agua

Una de las cámaras de peligro de Perseverance capturó el taladro del rover recolectando la muestra de roca “Main River” en “Witch Hazel Hill” .
El rover Perseverance de la NASA está explorando actualmente lo que los científicos describen como una auténtica cornucopia marciana en el borde del cráter Jezero, revelando una riqueza extraordinaria de afloramientos rocosos que está permitiendo comprender mejor la historia geológica del Planeta Rojo. Desde enero, el vehículo ha extraído cinco núcleos, sellando tres de ellos en tubos de muestra, además de analizar detalladamente siete rocas y examinar otras 83 mediante tecnología láser, marcando el ritmo más intenso de recopilación de datos desde que aterrizó hace más de cuatro años.
Tras escalar durante tres meses y medio la pared occidental del cráter, Perseverance alcanzó el borde el 12 de diciembre de 2023, y ahora explora una ladera de aproximadamente 135 metros de altura conocida como "Witch Hazel Hill". La diversidad geológica hallada ha superado todas las expectativas del equipo científico de la misión. "Durante campañas científicas anteriores en Jezero, podría llevar varios meses encontrar una roca significativamente diferente de la última que muestreamos y lo suficientemente única desde el punto de vista científico como para ser muestreada", explica Katie Stack Morgan, científica del proyecto Perseverance del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. "Pero aquí arriba, en el borde del cráter, hay rocas nuevas e intrigantes por dondequiera que gira el rover. Ha cumplido con nuestras expectativas y mucho más".
El éxito de estos hallazgos radica en que esta región contiene numerosas rocas fragmentadas que estuvieron fundidas y fueron expulsadas de su ubicación subterránea hace miles de millones de años por impactos de meteoritos, posiblemente incluyendo el mismo que formó el cráter Jezero.
Un tesoro geológico de valor incalculable
Lo que hace especialmente valioso este hallazgo es la yuxtaposición de rocas que tuvieron orígenes completamente distintos: algunas formadas en profundidades subterráneas y otras creadas en la superficie hace miles de millones de años. Esta proximidad permite a los científicos analizar en un espacio reducido materiales con historias geológicas radicalmente diferentes, incluyendo rocas que muestran claros signos de modificación por agua junto a otras que apenas tuvieron contacto con ella.
El 28 de enero, Perseverance recolectó su primera muestra del borde, apodada "Montaña Plateada", proveniente de la roca "Bahía Poco Profunda". Los análisis preliminares sugieren que esta formación podría haberse originado hace al menos 3.900 millones de años, durante el periodo Noé, la era geológica más temprana de Marte, posiblemente fragmentándose y recristalizándose debido al impacto de un meteorito.
Desafíos técnicos y rocas transformadas por agua
A unos 110 metros del primer punto de muestreo, el equipo identificó un afloramiento con minerales ígneos cristalizados a partir de magma proveniente de las profundidades de la corteza marciana. Sin embargo, tras dos intentos fallidos de extracción debido a la extrema fragilidad del material, el rover se desplazó 160 metros hacia el noroeste para analizar otra formación de gran interés científico denominada "Tablelands".
Los instrumentos del Perseverance revelaron que Tablelands está compuesta casi enteramente por minerales serpentinos, formados cuando grandes cantidades de agua reaccionan con minerales ricos en hierro y magnesio de rocas ígneas. Este proceso de serpentinización modifica tanto la estructura como la mineralogía original de la roca, generando frecuentemente subproductos como hidrógeno gaseoso que, en presencia de dióxido de carbono, puede provocar la formación de metano. En la Tierra, estas formaciones suelen albergar comunidades microbianas, lo que las convierte en objetivos prioritarios en la búsqueda de indicios de vida pasada en Marte.
Aunque la extracción del núcleo de Tablelands se realizó sin complicaciones, sellar la muestra representó un considerable desafío técnico. "Esto ya ocurrió una vez, cuando había suficiente roca pulverizada en la parte superior del tubo como para impedir un sellado perfecto", explicó Kyle Kaplan, ingeniero robótico del JPL. "Para Tablelands, nos esforzamos al máximo. Durante 13 soles (días marcianos), usamos una herramienta para cepillar la parte superior del tubo 33 veces e hicimos ocho intentos de sellado. Incluso lo sacudimos una segunda vez".
Finalmente, el 2 de marzo, tras múltiples intentos combinando sacudidas y cepillados, el equipo logró limpiar suficientemente la abertura del tubo para sellar y almacenar correctamente la valiosa muestra rica en serpentinas. Ocho días después, el rover completó sin inconvenientes el sellado de su tercera muestra del borde, extraída de una roca denominada "Main River", caracterizada por bandas brillantes y oscuras alternadas que presentan una morfología completamente nueva para los científicos de la misión.