Alimentos que debes desechar tras el apagón en Lleida
Expertos recomiendan qué productos conservar y cuáles tirar para evitar intoxicaciones

Imagen de archivo de una nevera.
El apagón eléctrico que afectó a toda España este lunes ha generado seria preocupación sobre el estado de los alimentos refrigerados en miles de hogares leridanos. Según advierten las autoridades sanitarias, aunque algunos productos pueden resistir aumentos temporales de temperatura, otros se deterioran rápidamente al romperse la cadena de frío. Los expertos en seguridad alimentaria han emitido directrices claras para ayudar a los ciudadanos a determinar qué alimentos deben desecharse inmediatamente y cuáles pueden consumirse sin riesgo para la salud.
Mantener la puerta del frigorífico cerrada durante el corte eléctrico ha sido la recomendación prioritaria. Un refrigerador correctamente sellado puede conservar temperaturas adecuadas hasta cuatro horas sin electricidad, mientras que un congelador lleno puede mantener los alimentos seguros durante 48 horas, o 24 horas si está a media capacidad, según indica el Servicio de Inspección y Seguridad de Alimentos estadounidense (USDA). Estas medidas resultan cruciales para minimizar el deterioro de los productos almacenados y evitar posibles intoxicaciones alimentarias tras situaciones de emergencia como la vivida este 28 de abril.
Productos que deben descartarse inmediatamente
Las autoridades sanitarias autonómicas han sido tajantes: no se debe probar ningún alimento para comprobar si está en buen estado. En caso de duda, lo más seguro es desecharlo directamente. Es fundamental entender que ciertos alimentos perecederos pueden causar enfermedades graves aunque se cocinen posteriormente a temperaturas adecuadas, si han estado expuestos a temperaturas superiores a 4°C durante más de dos horas.
Entre los productos que deben tirarse sin excepción se encuentran:
- Carnes, aves y mariscos, tanto crudos como cocinados
- Huevos y todos los productos elaborados con ellos
- Lácteos frescos (leche, yogur y quesos blandos)
- Salsas, rellenos y caldos líquidos
- Todo tipo de ensaladas
- Conservas que hayan sido abiertas
- Fiambres, embutidos y productos cárnicos procesados
- Leche de fórmula para bebés que haya sido abierta
- Sobras de comidas (guisos, pastas, arroces, estofados)
- Ensaladas con mayonesa o aderezos cremosos
- Frutas y verduras que hayan sido cortadas
Alimentos que pueden conservarse con seguridad
No todo son malas noticias para las despensas españolas tras el apagón. Numerosos productos tienen mayor resistencia a las fluctuaciones de temperatura y pueden consumirse sin riesgo. Entre ellos destacan:
- Quesos duros y bien curados, como el parmesano
- Mantequilla y margarina
- Frutas y verduras enteras (sin cortar)
- Zumos de fruta envasados
- Hierbas y especias frescas
- Setas sin cocinar
- Cremas de frutos secos como la de cacahuete o de cacao
- Productos de panadería o bollería sin rellenos cremosos
Mario Sánchez, reconocido tecnólogo de alimentos y autor del blog "Sefifood", recuerda que "los huevos tienen que ir en el primer o segundo estante de la nevera, no en la puerta", una recomendación especialmente relevante en situaciones como la vivida, ya que la puerta es la zona que más rápidamente pierde temperatura durante un corte eléctrico.
Alimentación infantil: precauciones adicionales
Los especialistas recomiendan extremar las precauciones con la alimentación infantil. Es preferible optar por alimentos infantiles preparados que no requieran añadir agua. En caso de necesitar utilizar preparados concentrados o en polvo, lo ideal es mezclarlos con agua embotellada para evitar cualquier riesgo de contaminación, especialmente si existe alguna duda sobre la calidad del suministro de agua local tras el incidente.
Una vez restablecido el suministro eléctrico, es fundamental revisar minuciosamente cada producto almacenado en el congelador. Si los alimentos mantienen aún pequeños trozos de hielo o registran una temperatura de 4°C o inferior, pueden considerarse seguros para su consumo o preparación. De lo contrario, deben descartarse inmediatamente, sin dejarse engañar por el aspecto o el olor, ya que estos no son indicadores fiables de seguridad alimentaria.
Medicamentos refrigerados: un caso especial
El apagón también ha puesto en riesgo numerosos medicamentos termolábiles, aquellos que requieren conservación en frío (entre 2°C y 8°C) y se identifican habitualmente con un asterisco en el envase. Entre estos destacan productos como la insulina, cuya efectividad puede verse seriamente comprometida si se exponen a temperaturas inadecuadas durante periodos prolongados.
Los expertos farmacéuticos recomiendan, para futuras situaciones similares, mantener estos medicamentos en neveras portátiles con paquetes de gel congelado o hielo convencional. Incluir un termómetro dentro del contenedor puede ayudar a verificar que la temperatura se mantiene en el rango adecuado. Ante cualquier duda sobre la viabilidad de un medicamento después del apagón, es imprescindible consultar con un médico o farmacéutico antes de su administración.
Protocolo de limpieza post-apagón
Tras un corte eléctrico prolongado como el experimentado a nivel nacional, resulta altamente recomendable realizar una limpieza a fondo del frigorífico. La posible descomposición de alimentos puede haber generado acumulación de bacterias y olores desagradables en el electrodoméstico.
El procedimiento recomendado consiste en retirar todos los productos y recipientes, desechar aquellos no aptos para el consumo, y limpiar minuciosamente el interior con agua caliente y jabón de vajilla. Para eliminar olores persistentes, es efectivo colocar dentro del frigorífico un recipiente con bicarbonato de sodio, café molido o carbón activado, sustancias que absorben eficazmente los malos olores.
¿Cómo verificar si un alimento refrigerado sigue siendo seguro?
Uno de los mayores desafíos tras un corte eléctrico es determinar con certeza si los alimentos refrigerados siguen siendo seguros para el consumo. Aunque los sentidos pueden dar pistas, no son completamente fiables para detectar la presencia de patógenos. El consejo más prudente es monitorizar la temperatura interna del refrigerador tan pronto como sea posible tras recuperar el suministro.
Si no se dispone de un termómetro específico para alimentos, los expertos recomiendan descartar todos los productos perecederos que hayan estado expuestos a temperaturas superiores a 4°C durante más de dos horas. Es preferible pecar de precavido que arriesgarse a sufrir una intoxicación alimentaria que podría requerir atención médica.
¿Qué hacer con los alimentos congelados tras el apagón?
Los alimentos que permanecen completamente congelados (duros al tacto y con cristales de hielo visibles) generalmente pueden volver a congelarse con seguridad. Sin embargo, aquellos que se han descongelado parcialmente pero mantienen una temperatura inferior a 4°C pueden cocinarse inmediatamente. Los productos que han superado esta temperatura o llevan más de dos horas descongelados deben desecharse, especialmente si se trata de carnes, pescados, aves o lácteos.
¿Son efectivas las reclamaciones por pérdida de alimentos?
Ante un apagón generalizado como el ocurrido en España, muchos consumidores se preguntan si pueden reclamar por los alimentos deteriorados. Según establece la normativa española, cuando el corte eléctrico supera las 6 horas consecutivas, los usuarios tienen derecho a compensaciones económicas por parte de las compañías distribuidoras. Es recomendable documentar los productos desechados (fotografías, facturas de compra) y presentar la reclamación formal detallando las pérdidas sufridas.