Ramon Fontova: «El modelo actual de Festa Major en nuestra ciudad es todo un éxito»
El investigador afirma que en el tardofranquismo era “indefinido y decadente” y todo cambió en los años 90 con la creación de entidades como los Castellers y eventos como la Festa de Moros i Cristians

«El modelo actual de Festa Major en nuestra ciudad es todo un éxito» - R. F.
¿Qué entendemos como patrimonio inmaterial?
El patrimonio inmaterial no es algo concreto, sino un proceso, una relación. Incluye un sistema complejo de vínculos socioculturales que rodean una realidad y la vivencia de las personas que la ponen en práctica.
¿Cómo lo discernimos?
Parece que el concepto de patrimonio esté de moda. A menudo, se busca obtener una etiqueta que lo certifique porque otorga prestigio y legitimidad, y esto puede conllevar abusos.
¿Cómo se puede conservar la cultura popular y tradicional con el mayor rigor posible?
El adjetivo “tradicional” es muy complicado de definir, ya que implica un proceso histórico y de transmisión, como mínimo, generacional. Nos llenamos la boca hablando de “recuperación”, pero, para poder recuperar algo, primero es necesario conocer con rigor qué se ha perdido y qué existía realmente. A menudo, desde el ámbito de la cultura popular y tradicional, caemos en el vicio de reconstruir sin suficiente fundamento.
¿Cuánto protagonismo tiene la cultura popular en la Festa Major de Lleida?
Para entender el caso de Lleida ciudad, debemos fijarnos primero en su entorno inmediato. Un ejemplo significativo es Tàrrega, donde la cultura popular tradicional ha sido fundamental para hacer renacer su Festa Major. Esta revitalización, impulsada por entidades locales, se ha concretado en la creación de nuevos elementos y actos, así como en la recuperación de otros antiguos. En solo 15 años, la celebración en la capital del Urgell ha experimentado un cambio brutal.
¿La capital del Segrià se ha fijado en eso?
En Lleida, el proceso ha sido similar, aunque más prolongado en el tiempo. Durante el tardofranquismo, la Festa Major era indefinida y, en cierto modo, decadente, sin un modelo claro ni un sentido festivo consolidado. Con los ayuntamientos democráticos, se impulsaron sin éxito varias iniciativas para relanzarla (como la Fira de Titelles o el Aplec del Caragol, que acabaron desvinculándose de la Festa Major). El cambio decisivo llegó en la segunda mitad de los 90, con Quim Minguell, técnico de cultura de la Generalitat, como uno de los impulsores de los Castellers de Lleida y de la Festa de Moros i Cristians. Además, por primera vez, la Paeria contrató un equipo técnico de fiestas que asumió la producción y planificación festiva, creando el modelo actual de Festa Major, que ha demostrado ser un éxito, y tiene una estructura abierta, participativa e inclusiva.
En 2027 se cumplen 400 años de Sant Anastasi como patrón de Lleida.
El 9 de mayo de 1627 nació la Festa Major de la ciudad, con la celebración del acto solemne en el que los paers y el consejo general de la Paeria subieron a la Seu Vella y, junto con el obispo, establecieron a Sant Anastasi como patrón de Lleida. La conmemoración de esta efeméride, en menos de dos años, es un reto inmediato que la Paeria debería comenzar a afrontar ya.
¿La cultura popular tiene relevo generacional?
Sí, más de lo que parece. Aunque hoy colectivos que se quejan excesivamente, también hay entidades que experimentan un relevo generacional positivo como los Castellers de Lleida, el Ball de Bastons o los Diables.
El tema central de la nueva revista ARTS, coordinado por usted y Pau Plana, aborda todas estas cuestiones.
Sí. Cabe recordar que en 1998 y 2007 ya se publicaron dos números que abordan el tema. Este tiene como objetivo revisitar la Festa Major en Lleida con perspectiva histórica, su presente, su futuro y sus influencias.