Desarrollan un nuevo fármaco potencial para el tratamiento del Alzhéimer y del dolor
Un estudio internacional liderado por la UB muestra efectos cognitivos y analgésicos en los primeros ensayos con ratones

Un investigador en un laboratorio.
Un estudio presenta una nueva familia de compuestos candidatos para el tratamiento del Alzhéimer y del dolor que ha mostrado efectos prometedores en ensayos con modelos animales. Investigadores de la Universitat de Barcelona han liderado un equipo multidisciplinar que ha diseñado, sintetizado y validado farmacológicamente unas moléculas que modulan una diana terapéutica muy poco estudiada, los receptores imidazólicos I2, que se encuentran alterados en numerosas enfermedades para las cuales no hay tratamientos farmacológicos efectivos. Según los investigadores, el nuevo compuesto tiene las características necesarias para progresar en fases preclínicas y poder situarse como un potencial fármaco contra el Alzhéimer o un analgésico con un mecanismo de acción innovador.
En este trabajo, publicado en la revista 'Journal of Medicinal Chemistry', también han colaborado investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona (ICMAB-CSIC), la Universidad del País Vasco, el área de Salud Mental del CIBER (CIBERSAM), la Universidad de Granada, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Santiago de Compostela, la Universidad de las Islas Baleares, la Fundación MEDINA Centro de Excelencia en Investigación de Medicamentos Innovadores de Andalucía, la Universidad de Belgrado (Serbia) y la Katholieke Universiteit Leuven (Bélgica).
Los receptores imidazólicos I2 se localizan en varios órganos y se ha demostrado que participan en múltiples procesos fisiológicos, como la analgesia, la inflamación o los desórdenes del sistema nervioso. De hecho, sus niveles se encuentran alterados en enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer y el Parkinson, y su modulación ha mostrado tener impacto en el dolor, por lo cual estos receptores se han identificado como potenciales dianas farmacológicas.
El nuevo estudio es el resultado de un proceso de química médica que ha incluido procesos sintéticos y estudios farmacológicos, computacionales y de toxicidad, hecho que ha llevado a los investigadores a desarrollar compuestos con una elevada afinidad y selectividad hacia los receptores imidazólicos I2.
Estos compuestos candidatos se han evaluado en estudios preliminares en modelos animales, tanto de enfermedad neurodegenerativa como contra el dolor, y han demostrado ser muy eficientes y no tener efectos tóxicos. Se trata de moléculas que son estructuralmente diferentes de las utilizadas hasta ahora para interaccionar con estos receptores.