Arán, el tesoro del Pirineo con carácter atlántico y alma occitana
Un paraíso de contrastes donde naturaleza y gastronomía se fusionan para ofrecer experiencias únicas más allá del esquí en Baqueira Beret y los Uelhs deth Joeu

Un bosque en Vielha e Mijaran.
La Val d'Aran representa una joya única en el panorama turístico del norte de la península, destacándose como un gran motor económico de la provincia de Lleida con más de 9.000 plazas de alojamiento distribuidas entre hoteles, campings, apartamentos y casas rurales. Este territorio singular, bañado por el clima atlántico y enriquecido por la cultura occitana, ofrece una experiencia radicalmente diferente al resto del Pirineo español.
La economía aranesa descansa firmemente sobre el sector servicios, que genera 247 de los 328 millones de euros del valor añadido bruto comarcal. Baqueira Beret, considerada la mayor estación de esquí de España, ha sido durante más de medio siglo el catalizador principal de este desarrollo, consolidando al valle como referente internacional de turismo invernal y sede habitual de etapas del prestigioso Tour de Francia.
Mucho más que nieve: diversificación turística para todo el año
A diferencia de otros destinos de montaña, el valle ha apostado decididamente por romper la estacionalidad. Las autoridades locales han implementado estrategias innovadoras como la regulación pionera de la recogida de setas, favoreciendo el turismo micológico o 'boletaire'. Además, sus tradicionales fallas, recientemente reconocidas como Patrimonio Mundial de la UNESCO junto al conjunto de fiestas del fuego del Pirineo, atraen visitantes ávidos de experiencias culturales auténticas.
Incluso el controvertido programa de reintroducción del oso, que generó fuertes resistencias locales hace dos décadas, ha sido reconvertido en activo promocional. La comarca ha desarrollado una completa oferta de actividades que incluye rutas de senderismo, circuitos para bicicleta de montaña, excursiones ecuestres, y en invierno, recorridos con raquetas de nieve y paseos en trineo tirado por perros.
Un viaje por los pueblos con personalidad propia
Vielha, capital administrativa y comercial, concentra gran parte de la infraestructura turística y servicios. Aquí se encuentra uno de los dos Paradores Nacionales del valle, complementado por el Palai de Gèu, piscina climatizada y cine. Desde este núcleo urbano se accede a maravillas naturales como la Artiga de Lin.

Vista aérea de Bossòst y el Vall de Aran con el curso del río Garona desde Eth Portilhòn
En el Baish Arán (Bajo Arán), Bossòst destaca por el Aran Park, un espacio donde observar fauna pirenaica desde urogallos y rebecos hasta lobos y osos. Sus comercios, estratégicamente orientados hacia el mercado francés, evidencian la importancia del turismo transfronterizo. Les, por su parte, sorprende con su piscifactoría productora de exclusivo caviar de esturión y un complejo termal histórico conocido como la Baronia.
Pueblos como Arres revelan el pasado industrial con la Mina Victoria, antigua explotación de zinc, mientras Vilamòs, considerado el asentamiento más antiguo del valle, ofrece vistas privilegiadas del imponente macizo de Aneto y conserva una iglesia románica de excepcional valor. Canejan y Bausen, en la frontera francesa, sorprenden con panorámicas espectaculares y relatos históricos como la trágica historia de "Los amantes de Bausen", que dejó al municipio un peculiar cementerio con una única sepultura.
Naut Aran: mucho más que Baqueira
La zona alta del valle, mundialmente conocida por albergar la estación de Baqueira, ofrece atractivos complementarios como las recién inauguradas piscinas termales públicas de Arties, disponibles desde el verano de 2023. En Bagergue, los visitantes pueden sumergirse en la etnografía local gracias a su museo dedicado a la vida tradicional aranesa.
El patrimonio religioso se distribuye entre los diferentes núcleos poblacionales, mientras que espacios naturales como los lagos glaciares de Colomèrs constituyen destinos imprescindibles para los amantes de la naturaleza en estado puro. Entre las maravillas geológicas destaca el fenómeno de los Uelhs deth Joeu, accesible desde Es Bòrdes, donde las aguas procedentes del glaciar del Aneto emergen espectacularmente tras un recorrido subterráneo que comienza en el valle aragonés de Benasque.
Gastronomía y tradiciones: la esencia occitana
La oferta cultural se complementa con una gastronomía distintiva que fusiona influencias catalanas, aragonesas y francesas. Los productos locales como las carnes de caza, los quesos artesanales y las setas silvestres protagonizan una cocina de montaña reinterpretada por establecimientos que van desde restaurantes tradicionales hasta propuestas de alta cocina.
El calendario festivo aranés permite a los visitantes profundizar en la singular identidad de este territorio. El aranés, variante del occitano reconocida como lengua oficial, resuena en celebraciones que marcan el ritmo de las estaciones, desde las fiestas de invierno hasta los eventos estivales.