SEGRE

El Caragol Bover y el Llimac: 27 años de reconocimientos y críticas a la leridana

La Federació de Colles de l'Aplec del Caragol (Fecoll) reconoce anualmente con el Caragol Bover a quien beneficia la imagen de Lleida y con el Llimac a quien la perjudica

Àngel Ros, los padres de Marc y Àlex Márquez, Jordi Basté, el Sr. Postu y Xavier Pérez.

Àngel Ros, los padres de Marc y Àlex Márquez, Jordi Basté, el Sr. Postu y Xavier Pérez.Òscar Mirón.

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guillem montardit

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La Federació de Colles de l'Aplec del Caragol (Fecoll) mantiene desde 1997 una tradición que se ha convertido en un referente de la vida social y cultural leridana: la entrega anual del Caragol Bover a personas, entidades o instituciones que han contribuido positivamente a la imagen de Lleida, y el Llimac a aquellos que la han perjudicado. Esta iniciativa, nacida durante la primera Semana Cultural del Aplec, se ha consolidado como un barómetro singular de la actualidad local y del reconocimiento colectivo.

Este año, se ha otorgado el premio Bover al Força Lleida, que recogió su presidente, Albert Aliaga, y el Llimac para Renfe, que se entregó a Antonio Carmona, como representante en Cataluña.

Desde sus inicios, estos premios han reflejado los momentos más destacados de la ciudad, con especial protagonismo del ámbito deportivo. El palmarés del Caragol Bover incluye a figuras como Emilio Alzamora por su campeonato mundial de 125cc (2000), al Caprabo Lleida por su ascenso a la ACB (2001), el Lleida Llista Blava por el subcampeonato de la CERS (2003) y posteriormente por la conquista de esta copa (2018), el alpinista Juanjo Garra (2012), los hermanos Márquez del motociclismo (2014) y, recientemente, el Força Lleida por su ascenso y permanencia en el ACB (2025). Paralelamente, el Llimac ha señalado a personalidades como Jaume Llauradó, antiguo accionista del Lleida (1997), José María del Nido por sus declaraciones de desprecio sobre el "Lérida" (2006), o Valentino Rossi por su incidente con Marc Márquez (2016).

Veintisiete años premiando y 'castigando'

A pesar de la preponderancia deportiva, los galardones han tenido un alcance mucho más amplio. El Caragol Bover ha reconocido también la tarea de los fundadores de la Fecoll, Manuel Calpe y Manuel Peralta (1998), empresas locales como Esport Farragut por su línea de ropa dedicada a los caracoles (2002), figuras políticas como el ex-alcalde y ministro Antoni Siurana (2005), o entidades financieras como La Caixa por la creación de la Visa del l'Aplec (2011).

Por su parte, el Llimac ha servido para criticar desde campañas publicitarias controvertidas como la de Yoplait con su "No comas fruta, come yogures" (1999), hasta instituciones como el Tribunal Constitucional por su sentencia contra el Estatuto catalán (2010). También han recibido este galardón negativo varias personalidades del mundo cultural, como el director de Artes Plásticas de la Generalitat en Lleida, Josep Miquel Garcia, por la venta de obras de Leandre Cristòfol sin ofrecerlas previamente al Museu de Lleida (2002).

El sector público, en el punto de mira

Les administraciones y servicios públicos han sido objeto recurrente de estos reconocimientos, especialmente del Llimac. La empresa Seinsa recibió este galardón negativo por su gestión de los residuos en Lleida (2005), el conseller de Medio Ambiente Francesc Baltasar fue criticado para intentar trasvasar agua del Segre al Llobregat (2008), y RENFE ha sido recientemente señalada por las deficientes comunicaciones ferroviarias con la ciudad (2025).

También el medio de comunicación La Sexta recibió el Llimac en el 2019, y el PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal) fue criticado en el 2012 por su voluntad de prohibir el Aplec

¿Qué son el Caragol Bover y el Llimac?

El Caragol Bover es un galardón que recibe su nombre de una de las especies de caracol más apreciadas a la gastronomía leridana. Este premio simboliza la excelencia y el reconocimiento a aquellas personas o entidades que han destacado por su contribución positiva a la imagen y el prestigio de Lleida. La figura física del galardón es una representación de este tipo de caracol, convirtiéndose en un símbolo de orgullo para sus receptores.

Por el contrario, el Llimac, inspirada en el molusco sin caparazón que puede resultar perjudicial a los cultivos, representa una crítica constructiva hacia aquellos que, según el criterio de la Fecoll, han perjudicado la imagen de Lleida o han actuado de manera contraria a los intereses de la ciudad. Este "anti-premio" ha ganado notoriedad mediática por su carácter crítico y por su capacidad de poner el foco en problemáticas que afectan a los leridanos.

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