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"Son auténticos hoteles cinco estrellas para estos animales": el árbol común en Lleida que atrae a las serpientes en verano

Este milenario cultivo, presente en millones de hectáreas por toda la geografía española, se convierte en refugio ideal para ofidios cuando suben las temperaturas

Imagen de archivo de una serpiente.

Imagen de archivo de una serpiente.Unsplash

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Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas en Lleida, los jardines y zonas verdes se transforman en espacios llenos de vida y, en ocasiones, de visitantes inesperados. Entre estos últimos, las serpientes encuentran en un árbol característico del paisaje español su refugio predilecto: el olivo. Este milenario cultivo mediterráneo, presente en millones de hectáreas por toda la geografía estatal, reúne condiciones perfectas para estos reptiles gracias a su particular estructura y el microclima que genera. "Los olivos centenarios, con sus troncos huecos y su compleja estructura, son auténticos hoteles cinco estrellas para estos animales", explican los expertos en fauna silvestre, que han documentado cómo algunas especies pueden establecer sus zonas de caza y reproducción en estos entornos durante generaciones.

Estudios recientes han confirmado lo que muchos agricultores y propietarios de fincas ya sabían por experiencia: los olivares se convierten durante los meses más calurosos del año en auténticos imanes para diferentes especies de ofidios. Aunque la mayoría de estos reptiles no representan un peligro real para las personas, algunas especies como la víbora hocicuda sí requieren ciertas precauciones por parte de quienes frecuentan estos espacios.

El tradicional paisaje de olivar español alberga un ecosistema complejo donde estos reptiles encuentran tanto alimento como protección, especialmente cuando el termómetro marca sus valores más altos.

¿Por qué el olivo atrae a las serpientes?

Las características que convierten al olivo en un hábitat ideal para las serpientes son múltiples y están directamente vinculadas con las necesidades biológicas de estos animales. En primer lugar, los entornos donde se cultivan olivos suelen estar poblados por pequeños mamíferos como ratones y topos, así como por otros reptiles menores, todos ellos parte fundamental de la dieta de las serpientes. Esta abundancia de presas potenciales incrementa notablemente el atractivo de estos espacios.

El sistema radicular del olivo es otro factor determinante. Sus raíces crean numerosas cavidades y recovecos en el terreno donde estos reptiles pueden refugiarse con facilidad. Mientras tanto, su denso follaje mantiene condiciones de humedad y temperatura relativamente estables a lo largo del día, ofreciendo protección contra el calor extremo que caracteriza los veranos mediterráneos.

Además, las técnicas tradicionales de cultivo en terrazas, con muros de piedra seca tan característicos del paisaje oleícola español, generan infinidad de escondites adicionales perfectos para las serpientes. Estos elementos, junto con las acequias y canales de riego, completan un ecosistema idóneo para su supervivencia.

Medidas preventivas para propietarios de olivares

Ante esta evidencia científica sobre la afinidad entre los olivos y las serpientes, los biólogos y expertos en fauna silvestre recomiendan una serie de acciones preventivas para aquellos propietarios que deseen mantener estos valiosos árboles sin favorecer excesivamente la presencia de ofidios:

  • Mantener limpia la base del árbol, eliminando hierbas altas, montones de hojas secas o acumulaciones de piedras que puedan servir como refugio.
  • Podar regularmente las ramas bajas para dificultar el acceso de los reptiles a la copa.
  • Controlar la población de roedores cerca de la vivienda o del jardín mediante métodos respetuosos con el medio ambiente.
  • Instalar mallas metálicas alrededor de huertos o zonas infantiles si hay olivos próximos.
  • Manipular con precaución leña, piedras o compost cercanos al árbol, utilizando siempre guantes y herramientas adecuadas.
  • Revisar periódicamente las áreas de almacenamiento próximas a olivares, especialmente durante los meses más cálidos.

Protocolo ante mordeduras de serpiente

Pese a todas las precauciones, los encuentros con serpientes pueden producirse, especialmente en entornos rurales donde los olivares forman parte del paisaje cotidiano. Si se sufre una mordedura, los especialistas recomiendan seguir este protocolo:

  • Alejarse del animal sin intentar capturarlo o agredirlo, evitando movimientos bruscos que puedan provocar un nuevo ataque.
  • Inmovilizar la extremidad afectada y mantenerla por debajo del nivel del corazón para reducir la difusión del veneno en caso de serpientes ponzoñosas.
  • No realizar cortes en la zona afectada, no succionar el veneno ni aplicar torniquetes, prácticas que pueden empeorar la situación.
  • Si es posible, tomar una fotografía del animal para facilitar su identificación por parte del personal médico.
  • Acudir de inmediato a un centro sanitario, incluso si la mordedura parece leve o se desconoce si la serpiente es venenosa.

El valor ecológico de las serpientes en el ecosistema del olivar

A pesar de la mala fama que arrastran, las serpientes desempeñan un papel fundamental en el equilibrio ecológico de los olivares españoles. Su presencia contribuye al control natural de plagas, especialmente de roedores que pueden dañar las raíces y troncos de estos valiosos árboles.

Los expertos en biodiversidad mediterránea señalan que la mayoría de las especies de serpientes presentes en los olivares españoles son completamente inofensivas para el ser humano. Culebras de escalera, bastarda o de herradura son habituales en estos entornos y contribuyen positivamente a la salud del ecosistema.

¿Qué especies de serpientes son más comunes en los olivares españoles?

En los olivares españoles podemos encontrar diversas especies de ofidios, cada una con características diferentes. Las más habituales son la culebra de escalera (Rhinechis scalaris), la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) y la culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), todas ellas no venenosas aunque pueden mostrar comportamiento defensivo si se sienten amenazadas.

En zonas más específicas, especialmente en áreas montañosas con olivares, puede encontrarse la víbora hocicuda (Vipera latastei), única especie potencialmente peligrosa por su veneno. Afortunadamente, esta especie es esquiva y los encuentros con humanos son extremadamente raros.

¿Cómo diferenciar entre serpientes inofensivas y peligrosas?

Para el ciudadano medio, la identificación precisa de especies de serpientes puede resultar complicada. No obstante, existen algunas claves básicas que pueden ayudar a distinguir entre especies inofensivas y potencialmente peligrosas:

  • Las víboras suelen presentar un cuerpo más robusto y una cabeza triangular claramente diferenciada del cuello.
  • Las culebras tienden a tener cuerpos más estilizados y cabezas ovaladas que continúan la línea del cuerpo.
  • El comportamiento también ofrece pistas: las víboras suelen ser más lentas y adoptar posición defensiva en forma de zigzag, mientras que las culebras habitualmente intentan huir rápidamente.

En cualquier caso, los expertos recomiendan siempre mantener una distancia prudencial con cualquier serpiente y nunca intentar manipularlas sin los conocimientos adecuados.

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