La DGT aclara que el permiso C o D es suficiente para conducir el vehículo, pero no para percibir salario como profesional
El permiso de conducción, aunque necesario, no es suficiente para acceder legalmente a un empleo remunerado en el sector del transporte por carretera

Imagen de archivo del conductor de un camión.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha aclarado recientemente un punto fundamental para quienes desean incorporarse al sector del transporte: disponer del permiso de conducción C o D permite manejar camiones y autobuses respectivamente, pero no es suficiente para ejercer como conductor profesional y percibir un salario por ello. El requisito indispensable para la actividad remunerada es contar con el Certificado de Aptitud Profesional (CAP), documento que acredita la formación específica en seguridad vial y normativa de transporte.
En un momento en que el sector del transporte experimenta una creciente demanda de profesionales cualificados, esta aclaración resulta especialmente relevante. Las empresas de logística y transporte de pasajeros buscan constantemente conductores que cumplan con todos los requisitos legales, entre los que destaca el CAP como elemento diferenciador entre la conducción particular y la profesional. Esta distinción afecta directamente a miles de trabajadores en España y condiciona el acceso al mercado laboral del transporte por carretera.
¿Qué es el Certificado de Aptitud Profesional y por qué es obligatorio?
El CAP es un título que certifica que el conductor ha recibido los conocimientos necesarios para ejercer la profesión con garantías de seguridad y eficiencia. A diferencia del permiso de conducir, que únicamente habilita para el manejo técnico del vehículo, el CAP proporciona formación específica sobre aspectos como la conducción defensiva, la optimización del consumo de combustible, los tiempos de conducción y descanso, o la legislación aplicable al transporte profesional.
La normativa europea, adaptada a la legislación española, establece que este certificado es obligatorio para todos aquellos conductores que realicen transporte por carretera de mercancías o viajeros por cuenta ajena. Sin el CAP, un conductor no puede ser contratado legalmente para estas funciones, aunque disponga del permiso correspondiente. Las empresas que contraten a conductores sin este requisito se exponen a importantes sanciones económicas, que pueden llegar a los 4.001 euros.
Requisitos y proceso para obtener el CAP
Para conseguir este certificado esencial, los aspirantes deben seguir un proceso estructurado que incluye formación teórica y práctica. El curso inicial para obtener el CAP consta de 140 horas lectivas para quienes tengan menos de 21 años (modalidad ordinaria) o 280 horas para menores de esa edad (modalidad acelerada). Durante estas sesiones, se abordan materias como:
- Conducción racional basada en normas de seguridad
- Aplicación de la reglamentación del transporte
- Salud, seguridad vial y medioambiental
- Servicio y logística en el ámbito del transporte
- Aspectos económicos de la conducción y organización del mercado
Una vez completada la formación en un centro autorizado, el candidato debe superar un examen teórico oficial que le permitirá obtener la tarjeta CAP, documento que deberá llevar consigo durante su actividad profesional junto con el permiso de conducir.
La renovación: un requisito permanente para mantener la cualificación
A diferencia del permiso de conducir tradicional, el CAP requiere una renovación periódica mediante cursos de formación continua. Cada cinco años, los conductores profesionales deben realizar un curso de actualización de 35 horas para mantener vigente su certificado. Estos cursos de reciclaje permiten adaptarse a los cambios normativos y tecnológicos que afectan al sector.
"La formación continua es fundamental en un sector que evoluciona constantemente, con nuevas tecnologías en los vehículos y cambios en la legislación europea y nacional", señalan desde las asociaciones profesionales del transporte. Esta actualización permanente contribuye a mejorar la seguridad vial y la eficiencia en el transporte.
¿Qué ocurre si conduzco profesionalmente sin CAP?
Las consecuencias de ejercer como conductor profesional sin el CAP pueden ser graves tanto para el trabajador como para la empresa. En primer lugar, el conductor se expone a multas que oscilan entre los 500 y 1.000 euros. Pero más allá de la sanción económica, la infracción puede acarrear la inmovilización del vehículo y, lo que es más importante, la invalidez del seguro en caso de accidente.
Para las empresas, contratar a conductores sin CAP supone un riesgo significativo. Además de las sanciones económicas mencionadas anteriormente, pueden enfrentarse a problemas con las inspecciones de trabajo y con las compañías aseguradoras. En casos graves o de reincidencia, las autoridades pueden incluso suspender la autorización de transporte.
Excepciones a la obligatoriedad del CAP
No todos los conductores de vehículos pesados necesitan el CAP. La normativa establece algunas excepciones relevantes:
- Vehículos cuya velocidad máxima autorizada no supere los 45 km/h
- Vehículos utilizados por las fuerzas armadas, protección civil, bomberos o cuerpos de seguridad
- Vehículos que se sometan a pruebas en carretera con fines de mejora técnica o reparación
- Vehículos nuevos o transformados que aún no se hayan puesto en circulación
- Vehículos utilizados en situaciones de emergencia o destinados a misiones de salvamento
- Vehículos utilizados en clases de conducción para la obtención del permiso correspondiente
Estas excepciones permiten el uso de vehículos pesados en circunstancias específicas sin necesidad del certificado, aunque siempre será necesario contar con el permiso de conducción adecuado.