Eva Nasarre: la leridana que fue icono televisivo en los ochenta ahora es activista por la dependencia
La presentadora pionera de programas de aeróbic en TVE se enfrenta a una artritis reumatoide y defiende los derechos de personas con discapacidad y movilidad reducida

Eva Nasarre, en l’actualitat. - SEGRE
Eva Nasarre, nacida en Lleida en 1960, saltó a la fama en España como presentadora del popular programa de aeróbic Puesta a punto en TVE durante los años 80. Actualmente, con 65 años, Nasarre pasa más desapercibida mediáticamente, pero mantiene una actividad pública centrada en la defensa de los derechos de personas con dependencia y discapacidad, tras ser diagnosticada con artritis reumatoide severa, una enfermedad crónica e incurable que limita su movilidad.
Desde su residencia en Tres Cantos, Madrid, Eva Nasarre ha combinado en las últimas dos décadas su vida personal y profesional con un compromiso social activo. Tras su éxito audiovisual inicial, su trayectoria evolucionó hacia el activismo social, convirtiéndola en una voz reconocida en la lucha por la Ley de Dependencia y en portavoces de colectivos afectados por enfermedades incapacitantes.
El programa Puesta a punto, que arrancó en 1983, fue uno de los espacios pioneros que introdujo el aerobic en la programación televisiva pública española, con una audiencia excepcional al ofrecer ejercicios accesibles para toda la familia. Este formato, inspirado en los programas de Jane Fonda emitidos en Estados Unidos, permitió que Eva Nasarre se posicionara como la principal figura mediática que promovió el ejercicio físico en un momento en que España comenzaba a interesarse por el deporte y la vida saludable.
El auge televisivo y la posterior retirada de la pantalla
Durante la segunda mitad de los años 80, la imagen de Nasarre se relacionó estrechamente con sus apariciones en televisión, donde su característico vestuario de body y mallas la convirtieron en un referente para el público. Además de Puesta a punto, presentó el programa En marcha, también centrado en la promoción del deporte y el bienestar.
Sin embargo, hacia finales de esa década y principios de los 90, su presencia en televisión se fue reduciendo paulatinamente hasta desaparecer casi por completo del ámbito mediático. Este alejamiento se vinculó con su traslado a Cataluña para dedicarse a labores sociales, activismo y proyectos relacionados con colectivos vulnerables.
Diagnóstico y nueva etapa: el activismo por la dependencia
En 1999, un diagnóstico de artritis reumatoide severa supuso un giro decisivo en la vida de Eva Nasarre. Esta enfermedad autoinmune y degenerativa afecta a nivel articular, limitando progresivamente la movilidad y causando dolores importantes. En su caso, el avance llevó a que necesitara utilizar una silla de ruedas para sus desplazamientos habituales.
Lejos de adoptar un papel pasivo, Nasarre redefinió su rol público y personal, convirtiéndose en una defensora activa de los derechos de las personas con movilidad reducida y dependientes. Ha trabajado con la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia y su compromiso fue reconocido con el premio Ana Tutor en 2015, un galardón que destaca la labor social comprometida.
Desde su entorno más próximo, también ha afrontado retos personales como el divorcio con Chema Álvarez y las dificultades en la relación con su hijo Joan Marc, hasta recuperar el contacto años después. Actualmente ejerce como abuela, un aspecto que considera tranquilo y positivo en su día a día.
Participación y reivindicación en su entorno local
A pesar de la pérdida de visibilidad mediática, Nasarre sigue implicada en demandas locales para mejorar la accesibilidad y calidad de vida de personas con discapacidad. En el municipio de Tres Cantos ha gestionado solicitudes como la habilitación de plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida, entre otras iniciativas.