Tirarse de cabeza, la principal causa de daños medulares en verano: "Son lesiones que cambian la vida de personas jóvenes para siempre"
Expertos advierten que zambullidas imprudentes pueden provocar daños irreversibles en la médula espinal con graves consecuencias para toda la vida

Imagen de archivo de una zambullida en el agua.
Las zambullidas imprudentes en piscinas, playas, pantanos y ríos constituyen una de las principales causas de lesiones medulares durante la época estival en España. Ante la llegada del verano, diversas organizaciones sanitarias y de seguridad han puesto en marcha la campaña "Con cabeza sí, de cabeza no" para concienciar a la población sobre los peligros de lanzarse al agua sin las debidas precauciones, especialmente en zonas de profundidad desconocida o insuficiente.
El Hospital Nacional de Parapléjicos, junto con la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef), la Federación Nacional Aspaym, Cruz Roja Española y la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, han unido esfuerzos para difundir este mensaje preventivo. Los datos son alarmantes: el año pasado, tres varones de 25, 46 y 55 años procedentes de Alicante, Valladolid y Madrid ingresaron en el centro toledano tras sufrir accidentes por zambullidas incorrectas, presentando lesiones cervicales graves, dos de ellas con tetraplejia completa.
Mónica Alcobendas, directora del Hospital Nacional de Parapléjicos, ha destacado que "lo más doloroso" es que todas estas lesiones podrían haberse evitado con simples medidas de precaución. "Estamos hablando de lesiones que cambian la vida de personas jóvenes, con secuelas funcionales muy severas", ha señalado antes de subrayar que "la mejor lesión medular es la que nunca pasa".
Los peligros ocultos bajo el agua
La imprudencia al tirarse de cabeza puede tener consecuencias devastadoras. Un mal salto en zonas poco profundas o desconocidas puede provocar que la cabeza impacte contra el fondo con fuerza suficiente para dañar las vértebras cervicales y la médula espinal. Estas lesiones pueden derivar en parálisis permanente, pérdida de sensibilidad y movimiento, y una dependencia de por vida.
Mayte Gallego, presidenta de Aspaym, ha insistido en la importancia de "no excederse en las confianzas a la hora de zambullirse, sobre todo cuando no se conoce el fondo". Además, recomienda ser prudentes "lanzándonos siempre con las manos por delante" para proteger la cabeza y el cuello en caso de encontrar obstáculos o un fondo más cercano de lo esperado.
Recomendaciones esenciales para prevenir lesiones
Los expertos han elaborado una serie de pautas fundamentales para evitar lesiones medulares por zambullida:
1. Comprueba siempre la profundidad: Nunca te lances en aguas de las que desconozcas la profundidad. Es imprescindible asegurarse de que el agua tenga suficiente fondo para evitar cualquier tipo de impacto.
2. Primera entrada con los pies: Al acceder a una zona de baño por primera vez, hazlo con los pies por delante. Esta precaución te permitirá evaluar tanto la profundidad real como la posible presencia de objetos sumergidos no visibles desde la superficie.
3. Supervisión constante: Los niños y adolescentes deben estar vigilados permanentemente por un adulto responsable durante las actividades acuáticas, ya que tienden a subestimar los riesgos.
4. Abstención de alcohol: El consumo de bebidas alcohólicas reduce significativamente la capacidad de juicio e incrementa la probabilidad de tomar decisiones temerarias que pueden resultar fatales.
5. Información y educación: En instalaciones públicas, es fundamental que exista una señalización clara sobre las zonas seguras para zambullirse y que todos los usuarios estén informados sobre los posibles peligros.
Actuación rápida ante accidentes por zambullida
En caso de producirse una lesión por zambullida, la respuesta inmediata resulta crucial para minimizar los daños. Los especialistas recomiendan no mover en absoluto a la persona accidentada, ya que cualquier manipulación inadecuada podría agravar la lesión medular. Lo prioritario es llamar inmediatamente a los Servicios de Emergencia (112) y mantener la calma mientras se espera la llegada de los profesionales sanitarios.
Los socorristas y personal de salvamento juegan un papel fundamental en estos primeros momentos. Su formación específica les permite realizar una primera valoración y estabilización del lesionado hasta la llegada de los equipos médicos especializados.
Lesiones medulares por zambullida
Las lesiones medulares por zambullida constituyen un tipo específico de traumatismo que afecta principalmente a la región cervical de la columna vertebral. Cuando una persona se lanza de cabeza y golpea contra el fondo o contra algún objeto sumergido, la fuerza del impacto se transmite a través del cráneo hacia las vértebras cervicales, pudiendo provocar fracturas, luxaciones o compresiones de la médula espinal.
El daño medular resultante puede variar desde una contusión leve hasta una sección completa de la médula, lo que determina la gravedad de las secuelas. En los casos más severos, como las tetraplejias completas, la persona pierde la movilidad y sensibilidad en las cuatro extremidades y el tronco por debajo del nivel de la lesión, afectando también al control de esfínteres, la función sexual y, en ocasiones, la capacidad respiratoria.
El tratamiento de estas lesiones requiere hospitalización inmediata, a menudo cirugía para estabilizar la columna vertebral y un largo proceso de rehabilitación multidisciplinar. A pesar de los avances médicos, muchas de estas lesiones tienen consecuencias irreversibles que modifican radicalmente la vida de quienes las sufren y la de sus familias.
¿Qué grupos de población tienen mayor riesgo de sufrir lesiones por zambullida?
Los varones jóvenes entre 15 y 35 años representan el grupo de mayor riesgo para sufrir lesiones medulares por zambullida. Esto se debe a una combinación de factores como la mayor propensión a asumir riesgos, la influencia del grupo, y en ocasiones, el consumo de alcohol u otras sustancias que alteran la percepción del peligro.
También son población de riesgo los turistas que no están familiarizados con los entornos acuáticos que visitan, los niños sin supervisión adecuada y las personas que practican deportes acuáticos sin la formación o el equipamiento necesarios.
¿Cómo afectan las condiciones climatológicas a la seguridad en las zambullidas?
Las condiciones meteorológicas pueden alterar significativamente los entornos acuáticos naturales. Las lluvias intensas pueden modificar el cauce de ríos y la profundidad de lagos, mientras que las mareas cambian constantemente el nivel del agua en las playas. Incluso en piscinas, factores como el deslumbramiento por el sol pueden dificultar la correcta percepción de la profundidad.
Los expertos recomiendan informarse sobre las condiciones locales antes de bañarse en entornos naturales y extremar las precauciones cuando haya habido cambios meteorológicos recientes. La transparencia del agua también es un factor crucial, ya que en aguas turbias resulta imposible visualizar posibles obstáculos o determinar con precisión la profundidad real.
La campaña "Con cabeza sí, de cabeza no" continuará durante todo el verano con acciones informativas en diferentes puntos de baño de toda España, con el objetivo de reducir al mínimo estos accidentes que, con simple prevención, podrían evitarse en su totalidad.