RELIGIÓN
Misa de despedida del obispo Salvador
Medio millar de fieles llenan la Catedral de Lleida en su adiós al frente de la diócesis tras jubilarse. Le relevará el barcelonés Daniel Palau, nombrado en mayo por el papa

Decenas de fieles esperaron a Salvador Giménez tras la misa para compartir un refrigerio de despedida. - AMADO FORROLLA
El obispo Salvador Giménez se despidió ayer al frente de la diócesis de Lleida con una misa en la Catedral que presidió él mismo y que reunió a medio millar de fieles, que quisieron acompañarle así en su adiós por jubilación tras una década de dedicación apostólica en el obispado leridano. Cabe recordar que el papa Leon XIV nombró el pasado mes de mayo al barcelonés Daniel Palau como su sustituto, dos años después de que Giménez presentara su renuncia cuando cumplió los 75 años, edad reglamentaria para el retiro en la Iglesia católica.
En la celebración eucarística, Giménez estuvo acompañado por sacerdotes y diáconos de la diócesis, así como el obispo emérito Joan Piris. Agradeció que el templo se llenara de fieles y les aseguró que son “mi familia’’, ya que la suya personal de València no pudo asistir. “Os doy las gracias por estos años como obispo. Es lo más grande que he podido hacer’’, manifestó durante la homilía. En las ofrendas finales, se le regaló una selección de documentos de su paso como obispo de Lleida y un cuadro con el mapa de la diócesis. En la celebración también intervinieron el vicario general, Lluís Sallán; el delegado de Càritas, Joan Carles Nicuesa; el delegado de Vida Consagrada, Antoni Riera; y la directora del secretariado de cofradías y congregaciones, Montse Sánchez, que agradeció al obispo Salvador su labor ante el ministerio durante 10 años en Lleida. Al finalizar la misa, fieles y obispo compartieron un refrigerio a las puertas de la Catedral.