Llegan las mejores noches para observar la lluvia de estrellas delta-Acuáridas
El primer espectáculo celeste del verano alcanzará su máxima actividad durante las noches del miércoles y jueves, pudiendo observarse hasta 20 meteoros por hora

Imagen de archivo de una lluvia de meteoros.
Llega uno de los fenómenos astronómicos más esperados del verano, con permiso de las Perseidas, que podrán admirarse en agosto: la lluvia de estrellas delta-Acuáridas. Este espectáculo celeste, el primero del verano de 2025, alcanzará su punto máximo durante las noches del miércoles y jueves, 30 y 31 de julio.
El origen de esta lluvia de meteoros se encuentra en los restos del cometa 96pTMachholz, cuyos fragmentos, al entrar en contacto con nuestra atmósfera a gran velocidad, liberan pequeñas partículas de polvo que generan los característicos trazos luminosos. Los meteoros parecen provenir de la constelación de Acuario, de ahí su denominación. Durante estas noches, si las condiciones meteorológicas son favorables, los observadores podrían llegar a contemplar hasta 20 meteoros por hora.
Un aspecto particularmente interesante de este fenómeno astronómico es que coincidirá con las primeras manifestaciones de los Perseidas, popularmente conocidos como "lágrimas de San Lorenzo", que constituirán la próxima gran cita astronómica a mediados de agosto. Esta coincidencia podría enriquecer la experiencia de observación para los aficionados a la astronomía durante estos días.
¿Cuándo y dónde observar las delta-Acuáridas?
Los expertos indican que el momento óptimo para disfrutar de este espectáculo celeste será durante las madrugadas del jueves y viernes, cuando se espera el máximo de actividad de estos meteoros. Específicamente, las noches del 30 al 31 de julio y del 31 de julio al 1 de agosto serán las más propicias para la observación.
En cuanto a la ubicación ideal, se recomiendan zonas alejadas de las grandes áreas urbanas, donde la contaminación lumínica sea mínima o prácticamente inexistente. En España, esto se traduce en cualquier punto de los Pirineos y otras zonas montañosas del interior, como por ejemplo las Montañas de Prades, el Montsec o la Alta Garrotxa. Sin embargo, existen numerosos enclaves en toda la geografía española que ofrecen condiciones óptimas de observación.
Una de las ventajas de este fenómeno es que no se requiere equipo especializado como prismáticos o telescopios para su observación, ya que los meteoros son perfectamente visibles a simple vista. No obstante, es fundamental consultar la previsión meteorológica, puesto que las predicciones apuntan a un posible aumento de la nubosidad a finales de esta semana, especialmente en el Pirineo y en las provincias de Girona y Barcelona.
El fenómeno de las lluvias de estrellas y su importancia astronómica
Las lluvias de estrellas, también denominadas técnicamente como lluvias de meteoros, constituyen uno de los fenómenos astronómicos más accesibles y espectaculares para el público general. A diferencia de otros eventos que requieren equipamiento especializado, las lluvias de meteoros pueden disfrutarse sin más herramientas que nuestros propios ojos y un cielo despejado.
Estos fenómenos se producen cuando la Tierra, en su órbita alrededor del Sol, atraviesa regiones del espacio donde hay concentraciones de partículas dejadas por cometas o asteroides. En el caso específico de las delta-Acuáridas, estas partículas proceden del cometa 96pTMachholz, que completa su órbita alrededor del Sol aproximadamente cada cinco años.
La velocidad a la que estos fragmentos entran en nuestra atmósfera es extraordinaria, pudiendo alcanzar entre 40 y 60 kilómetros por segundo. Es precisamente esta velocidad la que provoca el calentamiento por fricción con el aire y la subsiguiente incandescencia que observamos como estrellas fugaces.
Consejos prácticos para la observación astronómica
Para aquellos interesados en aprovechar al máximo esta experiencia astronómica, existen algunas recomendaciones que pueden resultar útiles. En primer lugar, es aconsejable buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica, idealmente a unos 30 kilómetros de cualquier núcleo urbano importante.
También es importante permitir que nuestros ojos se adapten a la oscuridad, proceso que puede llevar entre 15 y 20 minutos. Durante este tiempo, es preferible evitar mirar pantallas de móviles u otras fuentes de luz artificial. Una vez adaptada la vista, nuestra capacidad para detectar los meteoros mejorará significativamente.
En cuanto a la postura de observación, lo más cómodo es recostarse en una tumbona o similar, orientada hacia el este-sureste (dirección de la constelación de Acuario). Sin embargo, los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del cielo, por lo que conviene tener una visión amplia de la bóveda celeste.
¿Por qué se llaman delta-Acuáridas?
La nomenclatura de las lluvias de meteoros sigue un patrón establecido en la astronomía. El nombre se deriva de la constelación donde se encuentra el radiante, que es el punto del cielo de donde parecen provenir todos los meteoros. En este caso, el radiante se sitúa cerca de la estrella delta de la constelación de Acuario, de ahí el nombre "delta-Acuáridas".
Este sistema de nomenclatura permite a los astrónomos y aficionados identificar rápidamente las diferentes lluvias de meteoros que ocurren a lo largo del año, cada una asociada a un cuerpo celeste específico y con características particulares en términos de intensidad, velocidad y color de los meteoros.