Este es el único pueblo de Lleida que forma parte de la lista de pueblos 'mágicos' de España
Situado en el Pirineo, con su casco antiguo, tradiciones y espacios naturales protegidos, se abre paso como destino único

Vista de Vilaller.
El municipio pirenaico de Vilaller ha sido reconocido como el único pueblo de Lleida y Cataluña en obtener la categoría de "Pueblo Mágico", un sello que distingue a los núcleos que destacan por su calidad de vida, urbanismo, patrimonio cultural, tradiciones, gastronomía, productos locales, paisajes y entorno natural. Esta distinción posiciona a la localidad de la Alta Ribagorza como uno de los destinos con mayor potencial turístico del Pirineo leridano.
De Vilaller estaca especialmente la antigua villa amurallada, declarada Bien Cultural de Interés Nacional, que invita a los visitantes a realizar un recorrido de más de una hora entre callejones, plazas y edificios llenos de encanto.
La iniciativa "Pueblos Mágicos" está impulsada por el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales, una entidad sin ánimo de lucro de ámbito estatal creada en 1997. Su objetivo principal es ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos promoviendo el desarrollo turístico local. Para formar parte de esta selecta red, las localidades deben cumplir una serie de requisitos relacionados con la calidad de vida, el urbanismo, el patrimonio, las festividades, la gastronomía, los productos locales, los paisajes y otros elementos intangibles que convierten a estas poblaciones en lugares "mágicos".
Un patrimonio cultural y natural excepcional
Son numerosos los atributos que convierten a Vilaller en un pueblo "mágico". Entre ellos destaca la celebración de una de las fallas más antiguas del Pirineo, su pertenencia al tramo Arán-Pirineos del Camino de Santiago y el Mirador de las Estrellas, primer punto de observación astronómica del Pirineo (Zona Starlight de baja contaminación lumínica), elementos todos ellos reconocidos por la UNESCO. El municipio cuenta también con las distinciones de "Villa Florida de Cataluña" y "Camino del Silencio" (espacio con baja contaminación acústica) otorgadas por la Generalitat.
En el ámbito monumental, sobresalen la iglesia neoclásica de Sant Climent, del siglo XVIII; la iglesia románica de Santa Cecília de Senet, del siglo XIII; la muralla medieval que data del siglo XI; el molino harinero y el Pont Vell del siglo XVII; el santuario de la ermita de Riupedrós; y la ermita de Sant Mamès, de origen románico. Todos estos elementos arquitectónicos constituyen un valioso patrimonio histórico que atrae a numerosos visitantes interesados en la historia y el arte.
El enclave natural de Vilaller es otro de sus grandes atractivos. El municipio está situado en la zona periférica del Parc Nacional d'Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, y forma parte de la ruta ciclista Pedals de Foc y de la ruta senderista GR17. De mayor antigüedad es el Camí de la Creu, un viacrucis con esculturas que se remonta al siglo XVII y que llega hasta Riupedrós. En el núcleo de Senet se encuentra además la primera central hidroeléctrica de la Alta Ribagorza, construida en 1950, un ejemplo destacado de patrimonio industrial en la zona.
Tradiciones milenarias y productos de proximidad
Las tradiciones locales constituyen otro de los pilares fundamentales para la obtención del sello de Pueblo Mágico. Además de las ya mencionadas fallas, Vilaller conserva celebraciones como el Viacrucis de Semana Santa (documentado ya en el siglo XVII), el Baile de Tatero (celebrado el 15 de agosto), una Feria de Todos los Santos milenaria, la leyenda de las Brujas de los Carantos y la celebración de los "Esquellots" por San Antonio.
La gastronomía y los productos locales también han sido determinantes para conseguir esta distinción. Vilaller destaca por sus productos de proximidad y su producción alimentaria de calidad, habiendo obtenido reconocimientos como el premio al Mejor pan de payés catalán, otorgado al Forn Codina en 2020, y el premio al Mejor chorizo de Cataluña, ganado por la Carnicería Porte Estop en 2022.
El patrimonio natural del municipio incluye además elementos tan singulares como el conjunto megalítico de las Lagunas y las tumbas antropomórficas de San Pedro, así como el salto de agua de Senet, de 120 metros de altura, y el olmo milenario del Trinquete, ejemplares únicos que enriquecen el valor paisajístico y natural de la zona.
El proceso de selección como Pueblo Mágico
Para entrar en este club selecto, el Instituto de Desarrollo Local y Estudios Sociales elabora un estudio previo del núcleo y, una vez obtenido el visto bueno del ayuntamiento correspondiente, realiza una visita al municipio junto a las autoridades locales, técnicos de turismo, asociaciones de comerciantes, hosteleros y otros agentes implicados. De este trabajo de campo surge el expediente como Pueblo Mágico Candidato, el cual se somete a la consideración del Comité Técnico Nacional de Pueblos Mágicos.
La inclusión de una localidad en la red de Pueblos Mágicos de España supone el acceso a múltiples servicios de promoción y desarrollo territorial y al uso de la marca registrada, como distintivo de calidad y singularidad del municipio. Desde su fundación, el Instituto ha participado, colaborado o impulsado centenares de proyectos en el medio rural en colaboración con ayuntamientos, diputaciones, mancomunidades y grupos de desarrollo rural en materias de desarrollo local, planificación estratégica, promoción y desarrollo turístico.
Para Vilaller, este reconocimiento representa una oportunidad única para potenciar su atractivo turístico y dar a conocer sus valores patrimoniales, naturales y culturales a un público más amplio. La distinción como Pueblo Mágico se convierte así en un motor de desarrollo económico y social para este enclave pirenaico, que ya está experimentando un aumento en el interés turístico desde que recibió esta categoría.