Estas son las playas ideales a las que escaparse con perros en la Costa Dorada
Descubre las mejores playas pet friendly del litoral tarraconense donde podrás disfrutar del verano 2025 con tu mascota en un entorno paradisíaco

Dos perros en la playa.
La Costa Dorada y las Tierras del Ebro son destinos ideales para quienes buscan vacaciones sin separarse de sus mascotas. El litoral tarraconense ofrece numerosas playas donde los perros son bienvenidos, permitiendo a las familias disfrutar de jornadas completas de playa sin dejar a sus compañeros caninos en casa. Estas zonas habilitadas específicamente cuentan con servicios adaptados y normativas que garantizan la convivencia entre todos los usuarios.
Para el verano de 2025, la oferta de playas caninas en la provincia de Tarragona se ha ampliado significativamente, respondiendo a la creciente demanda de espacios pet friendly. Desde calas recónditas hasta amplias extensiones de arena dorada, estas playas permiten que los perros corran libremente, se refresquen en aguas poco profundas y socialicen con otros animales. Un dato relevante es que desde agosto de 2024 se incorporó una nueva zona habilitada en la Playa Llarga de Tarragona, sumándose a la extensa red de espacios adaptados.
Los ayuntamientos costeros han apostado por la inclusión animal en sus planes turísticos, estableciendo normativas claras sobre la responsabilidad de los propietarios. Es imprescindible llevar bolsas para recoger los excrementos, mantener control sobre las mascotas y respetar los horarios establecidos en algunas playas. Las autoridades locales han confirmado que estos espacios estarán disponibles durante toda la temporada estival de 2025, con servicios mejorados respecto a años anteriores.
Playas caninas en la Costa Dorada: opciones urbanas y naturales
La playa del Miracle, situada en pleno corazón de Tarragona, representa una excelente opción para combinar turismo urbano y baño con mascotas. Con 500 metros de longitud y arena fina, dispone de una zona específicamente delimitada para perros. Su ubicación privilegiada permite complementar la visita con un recorrido por el patrimonio romano de la ciudad, como el anfiteatro o el circo, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En Cambrils, encontramos dos opciones: la playa de la Riera d'Alforja y la playa de l'Horta de Santa Maria. La primera destaca por su proximidad al puerto pesquero y sus aguas cristalinas, mientras que la segunda ofrece actividades complementarias como voleibol playa y deportes acuáticos. Ambas cuentan con zonas delimitadas para perros y servicios de alquiler de hamacas y sombrillas, facilitando la estancia de toda la familia.
La Platja de la Punta del Riu, ubicada en Miami Platja (Mont-roig del Camp), se caracteriza por sus 223 metros de arena dorada y su amplia oferta de deportes náuticos. Se ha convertido en uno de los destinos favoritos para familias con mascotas gracias a sus condiciones naturales y servicios adaptados. Los visitantes valoran especialmente la limpieza de sus aguas y la tranquilidad del entorno.
Para quienes buscan mayor intimidad, la Cala la Torrota en Roda de Berà representa una opción menos masificada. Su acceso, aunque bien señalizado, requiere cierta precaución por estar formado por rocas. Esta pequeña cala mixta de roca y arena fina prácticamente desaparece durante la marea alta, por lo que se recomienda visitarla durante la bajamar. La recompensa es un espacio tranquilo alejado de las aglomeraciones típicas del verano mediterráneo.
En Torredembarra, la Platja del Barri Marítim se incorporó al catálogo de playas caninas en julio de 2024. Con 2.000 m², este espacio cuenta con infraestructuras específicamente diseñadas para el confort animal: vallado perimetral, fuente y ducha adaptada para mascotas. Su proximidad al club marítimo permite combinar la visita con actividades acuáticas y disfrutar de la oferta gastronómica local.
Salou, uno de los principales destinos turísticos de la Costa Dorada, ofrece la Platja de Ponent como espacio habilitado para perros. Situada junto al paseo marítimo, esta playa urbana combina las características típicas del litoral tarraconense (arena fina dorada y aguas poco profundas) con la comodidad de encontrarse cerca de todos los servicios turísticos. Resulta ideal para quienes no quieren renunciar a las ventajas de un núcleo urbano consolidado.
Playas caninas en las Tierras del Ebro: naturaleza y tranquilidad
La zona sur de la provincia ofrece algunas de las playas más vírgenes y de mayor valor ecológico del Mediterráneo. La Platja de l'Arenal en L'Ampolla, situada a la entrada del Parque Natural del Delta del Ebro, extiende sus 2 kilómetros de longitud en la bahía del Fangar. Dispone de servicios básicos como chiringuitos, socorrista, duchas y alquiler de sombrillas, garantizando una estancia cómoda tanto para humanos como para mascotas.
L'Ametlla de Mar se destaca por ofrecer dos calas para perros: Bon Caponet y Cala del Cementiri. La primera tiene el honor de haber sido la pionera en admitir mascotas en toda la provincia de Tarragona. Se trata de una pequeña cala rodeada de arboledas y roquedales, con aguas cristalinas y arena de gravilla. La Cala del Cementiri, por su parte, es una diminuta playa pedregosa de apenas 20 metros, más orientada al baño que al solarium.
En Alcanar, La Platjola permite el acceso a perros con restricciones horarias: desde las 18:00 hasta las 11:00 del día siguiente. Esta regulación busca compatibilizar el uso familiar tradicional durante las horas centrales del día con la presencia de mascotas en los momentos de menor afluencia, una fórmula que ha demostrado buenos resultados en términos de convivencia.
La Ràpita ofrece la Platja del Garbí, una playa urbana con una zona habilitada para perros en la parte más cercana al puerto. Su localización frente al paseo marítimo proporciona vistas excepcionales a la Bahía dels Alfacs y la Punta de la Banya, elementos distintivos del paisaje deltaico. La proximidad a los servicios urbanos la convierte en una opción muy práctica para visitas breves.
La Platja d'Eucaliptus en Amposta representa la opción más espaciosa, con más de 5 km de longitud y 200 metros de anchura. Cuenta con dos zonas habilitadas para perros, una en cada extremo de la playa. Su entorno natural virgen, junto al Parque Natural del Delta del Ebro, ofrece una experiencia de inmersión en la naturaleza única en el litoral mediterráneo español.
Recomendaciones para visitar playas con perros
Para disfrutar plenamente de estos espacios, es fundamental seguir ciertas pautas. Los expertos recomiendan llevar siempre agua dulce para que los perros puedan beber y enjuagarse tras el baño en el mar, evitando así irritaciones cutáneas por la sal. También es aconsejable disponer de sombrilla o refugio donde la mascota pueda descansar a la sombra, especialmente durante las horas centrales del día.
Los veterinarios señalan la importancia de vigilar el comportamiento del animal para detectar síntomas de golpe de calor, como jadeo excesivo o letargo. Las primeras visitas a la playa deben ser progresivas, permitiendo que el perro se acostumbre gradualmente al nuevo entorno. No todos los animales disfrutan del agua o la arena, por lo que es importante respetar su ritmo de adaptación.
Las autoridades locales recuerdan la obligatoriedad de mantener al día la documentación sanitaria del animal, incluyendo vacunas y desparasitaciones. Algunas playas pueden solicitar esta documentación como requisito de acceso, especialmente en temporada alta. También es habitual que se exija el uso de correa en determinadas zonas o momentos, por lo que conviene informarse previamente sobre la normativa específica de cada playa.
¿Qué debes llevar a una playa canina?
El equipamiento para una jornada de playa con perro difiere ligeramente del habitual. Además de los elementos básicos (toalla, bañador, protección solar), es imprescindible llevar bolsas para recoger los excrementos y contribuir a mantener la limpieza del espacio. Un recipiente plegable para el agua, una toalla específica para el animal y algún juguete flotante completarán el equipaje básico.
Para largas estancias, es recomendable llevar una pequeña tienda de campaña o parasol que proporcione sombra constante al animal. Los expertos en comportamiento canino sugieren mantener algunas rutinas habituales, como horarios de comida similares a los cotidianos, para reducir el estrés que puede suponer el cambio de entorno para algunos perros.
En cuanto a la alimentación, se aconseja esperar al menos una hora después del baño para ofrecer comida al animal, reduciendo así el riesgo de torsión gástrica. Los snacks durante el día deben ser ligeros y es preferible realizar las comidas principales en horarios de menor actividad y calor, como primera hora de la mañana o al atardecer.