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Hacienda multará cuentas bancarias compartidas entre padres e hijos en estos casos

La Agencia Tributaria podría imponer sanciones de hasta el 150% por movimientos interpretados como donaciones encubiertas en cuentas familiares

Eduardo Soares / Unsplash

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La práctica habitual de compartir cuentas bancarias entre padres e hijos está generando preocupación entre los contribuyentes españoles ante la creciente vigilancia de la Agencia Tributaria. Esta situación, que muchas familias consideran una simple solución para gestionar las finanzas de los más jóvenes, puede derivar en importantes sanciones económicas si los movimientos bancarios son interpretados como donaciones no declaradas, con multas que podrían alcanzar hasta el 150% del importe en cuestión.

Conviene recordar que las entidades bancarias están obligadas por ley a informar a Hacienda sobre movimientos sospechosos o inusuales en las cuentas de sus clientes. Esta obligación forma parte de los mecanismos de prevención del fraude fiscal y permite a las autoridades tributarias detectar posibles irregularidades. En el caso concreto de las cuentas compartidas entre familiares, la Ley 29/1987, del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, así como la Ley General Tributaria, establecen el marco legal que permite a Hacienda actuar cuando se detectan indicios de transmisiones patrimoniales no declaradas.

"La ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento", reza el artículo 6.1 del Código Civil español, un principio fundamental que muchas familias desconocen cuando realizan estas prácticas sin malicia, pero que puede acabar teniendo graves consecuencias económicas.

¿Cuándo puede considerar Hacienda que existe una donación encubierta?

La legislación tributaria española es clara al respecto: según la Ley del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, se considera que existe una transmisión lucrativa cuando el patrimonio de una persona (en este caso, el progenitor) disminuye al mismo tiempo que aumenta el de otra (el hijo) de manera correlativa. Este es precisamente el escenario que puede desencadenar la alarma en Hacienda.

En la práctica, aunque tanto el padre como el hijo figuren como cotitulares de la cuenta compartida, si es el progenitor quien realiza los ingresos y posteriormente el hijo utiliza ese dinero libremente sin que exista documentación que acredite un préstamo formal, la Agencia Tributaria podría interpretar esta situación como una donación que no ha sido debidamente declarada y, por tanto, no ha tributado como corresponde.

Para evitar estos problemas, la normativa establece que cualquier donación debe ser declarada mediante la presentación del modelo 651 ante la comunidad autónoma correspondiente. Este trámite, a menudo desconocido por muchas familias, es fundamental para mantenerse dentro de la legalidad y evitar posibles sanciones.

Consecuencias económicas de las donaciones no declaradas

Las sanciones por no declarar correctamente estas transmisiones patrimoniales pueden resultar bastante gravosas para las economías familiares. En función del grado de ocultación o intencionalidad que Hacienda determine, las multas pueden oscilar entre el 50% y el 150% de la cantidad que se considera defraudada.

Por ejemplo, si un hijo utiliza 6.000 euros de una cuenta compartida con su padre, sin que este uso esté justificado como préstamo o como donación debidamente declarada, Hacienda podría exigir no solo el pago del impuesto correspondiente, sino también intereses de demora y una sanción que podría alcanzar los 3.000 euros.

Es importante destacar que no es la titularidad compartida de la cuenta lo que constituye un problema legal, sino el uso que se hace de los fondos y la falta de declaración fiscal cuando corresponde. De hecho, las cuentas compartidas son perfectamente legales y pueden ser muy útiles en determinadas circunstancias, como para gestionar gastos comunes o facilitar el acceso a fondos en caso de emergencia.

Alternativas seguras para ayudar económicamente a los hijos

Ante este panorama, muchos padres se preguntan cuál es la mejor manera de ayudar económicamente a sus hijos sin caer en problemas con Hacienda. Existen varias alternativas que permiten prestar este apoyo dentro del marco legal:

Formalizar préstamos familiares: Si la intención es que el dinero sea devuelto en el futuro, lo más adecuado es establecer un contrato de préstamo por escrito, incluso si es sin intereses. Este documento debe especificar las condiciones de devolución y ser firmado por ambas partes.

Declarar las donaciones: Si se trata de una ayuda que no se espera recuperar, lo correcto es declararla como donación mediante el modelo 651. Aunque implica pagar el impuesto correspondiente, evita problemas futuros y posibles sanciones mucho mayores.

Establecer transferencias periódicas: Las transferencias regulares de pequeñas cantidades destinadas a gastos corrientes suelen generar menos sospechas que los movimientos grandes y puntuales.

¿Qué documentación se debe conservar en caso de inspección?

Para estar preparados ante una posible inspección de Hacienda, es fundamental conservar toda la documentación que justifique los movimientos realizados en las cuentas compartidas. Esto incluye contratos de préstamo, declaraciones de donaciones, facturas o justificantes de gastos comunes, y cualquier otro documento que demuestre la finalidad legítima de los fondos utilizados.

Además, es recomendable mantener un registro detallado de los ingresos y gastos asociados a la cuenta compartida, diferenciando claramente qué parte corresponde a cada titular y con qué finalidad se realiza cada movimiento.

¿Existen límites de dinero para las cuentas compartidas?

No existe un límite legal específico para el dinero que puede haber en una cuenta compartida. Sin embargo, los movimientos superiores a 10.000 euros están sujetos a una vigilancia especial por parte de las entidades bancarias, que tienen la obligación de comunicarlos a las autoridades como parte de las medidas de prevención del blanqueo de capitales.

Por otra parte, cada comunidad autónoma establece sus propios baremos para el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, incluyendo posibles bonificaciones o reducciones, por lo que es aconsejable informarse sobre la normativa específica de cada región.

En definitiva, compartir una cuenta bancaria con los hijos puede ser una herramienta útil para la gestión financiera familiar, pero debe hacerse con conocimiento de las implicaciones fiscales y tomando las precauciones necesarias para evitar problemas con Hacienda. La transparencia en los movimientos y la correcta declaración de las transmisiones patrimoniales son fundamentales para mantenerse dentro de la legalidad y evitar sorpresas desagradables en forma de sanciones económicas.

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