Confirmado por Hacienda: para dinero en efectivo hay que presentar un formulario a partir de esta cantidad
Las entidades bancarias están obligadas a notificar a la Agencia Tributaria cualquier operación que supere este límite o incluya billetes de 500 euros

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En plena era de digitalización de las operaciones bancarias en España, el uso del efectivo sigue siendo una opción para muchos ciudadanos. No obstante, la Agencia Tributaria ha establecido controles más rigurosos para vigilar estas transacciones, especialmente cuando se trata de cantidades elevadas. Actualmente, cualquier movimiento superior a 3.000 euros debe ser declarado, detallando tanto la procedencia como el destino de estos fondos.
Las entidades bancarias tienen la obligación legal de comunicar a Hacienda estos movimientos significativos. Este requisito forma parte de la estrategia para combatir posibles actividades relacionadas con el fraude fiscal. Los controles no solo afectan a los ingresos o retiradas que superen los 3.000 euros, sino también a aquellas operaciones en las que intervengan billetes de 500 euros, independientemente del importe total.
Además de estas notificaciones rutinarias, existe otro supuesto que requiere un procedimiento específico. Cuando una persona transporta más de 100.000 euros en efectivo dentro del territorio nacional, la normativa exige presentar un formulario especial denominado S1. Esta declaración permite a la Agencia Tributaria rastrear el origen de estos fondos y verificar su legalidad.
Consecuencias de los patrones sospechosos en el manejo de efectivo
La realización frecuente de operaciones con grandes cantidades de efectivo puede despertar sospechas entre las autoridades fiscales. Estos patrones suelen asociarse con actividades potencialmente fraudulentas o evasión fiscal, motivo por el cual la Agencia Tributaria ha intensificado su vigilancia en este ámbito durante 2025.
El objetivo principal de estos controles es dificultar la circulación de grandes sumas en efectivo que pudieran destinarse a fines ilícitos. Entre las prácticas que se pretenden evitar destacan el blanqueo de capitales y diversas formas de evasión fiscal, contribuyendo así a la protección del sistema financiero español y garantizando su transparencia.