FIESTAS
Multitudinarios Tres Tombs
Miles de peregrinos, más de los habituales al coincidir la ‘diada’ en domingo, rinden homenaje a Sant Ramon en el día del santo en el municipio homónimo de la Segarra. Desfile de 43 tractores

Bendición a cargo del obispo de Solsona, Francesc Conesa. - LAIA PEDRÓS
Miles de peregrinos, muchos más de lo habitual al coincidir la diada en domingo, rindieron ayer homenaje a Sant Ramon en la jornada del santo de la Segarra en el municipio homónimo. La mayoría de visitantes se concentraron delante del santuario a media mañana cuando tuvieron lugar los tradicionales Tres Tombs, que contaron con la participación de un total de 43 tractores, entre los que había auténticas piezas de museo. En el desfile tampoco faltó la escenificación de un exvoto por parte de los jóvenes. La bendición de los participantes en los Tres Tombs corrió a cargo del obispo de Solsona, Francesc Conesa.
El primer tractor del desfile era un Lanz del año 1952, el mismo que preside los Tres Tombs y luce la señera (de 200 años de antigüedad) desde hace más de medio siglo por parte de la familia Aldabó. En esta ocasión, el conductor fue el joven Arnau acompañado de su padre, la cuarta generación.
El acto, presidido por la diputada y portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, junto al alcalde, Josep Maria Ribera, recuerda la leyenda de las tres vueltas que dio, en el mismo lugar donde se encuentra el santuario, la mula cargada con los restos del santo antes de caer agotada.
Durante toda la jornada, fueron muchos los peregrinos que entraron en el santuario para asistir a alguna de las ocho misas programadas (8.00, 9.00, 10.00, 11.00, 12.00 –misa mayor presidida por el obispo de Solsona, Francesc Conesa, 18.00 —en castellano-, 19.00 y 20.00 horas) o para visitar la capilla donde se encuentran las reliquias del santo. Como marca la tradición, los asistentes dieron también tres vueltas a la capilla y después colocaron una vela roja frente al altar. Entre estos había muchos vecinos que se llaman Ramon o Ramona.
La comitiva que cruzó todo el pueblo, desde el ayuntamiento hasta el santuario, estuvo amenizada con la música de la Cobla Orquestra Montgrins.
La fiesta se completó con paradas de productos artesanos y ferias para los niños. Por la tarde hubo hinchables y concierto y baile con la misma orquesta.