Torres cierra la vendimia con la variedad ancestral pirene, por encima de los 950 metros de altitud
Esta temporada saldrán unas 3.000 botellas de esta uva anterior a la plaga de la filoxera

Vendimiando la variedad pirine en la finca de Torres en el Pallars Jussà.
Torres fue la primera bodega en replantar viñas a casi mil metros, en el Pallars Jussà. Y lo hizo con variedades prefiloxéricas. Una de estas variedades ancestral de uva es pirine, variedad con la que Torras esta semana ha dado por finalizada la vendimia en la finca de Sant Miquel de Tremp, situada a unos 950 metros de altitud. Empezaron con una hectárea de experimentación y ya superan las seis. Esta temporada saldrán unas 3.000 botellas. Con esta variedad recuperada Torres pone fin, un año más, a una campaña que acaba una semana antes que el año pasado, después de ocho semanas de intenso trabajo en la viña y la bodega.
El proyecto de recuperar variedades ancestrales por parte de la familia Torres empezó hace más de treinta años. Buscando por todas partes variedades únicas para hacer un análisis de ADN y compararlas con más de 5.000 variedades existentes en el resto de Europa. Torres ha localizado más de 50 variedades perdidas y una de estas es la pirine con capacidad para adaptarse a las altas temperaturas y a la sequía a consecuencia del calentamiento global.
Entre las variedades ancestrales que recuperaron hay Grans Muralles, Clos Ancestral o pirene que es una variedad con un importante interés enológico y con capacidad por afrontar el cambio climático. Para Torres, viñas de altura y variedades ancestrales es una muy buena combinación para hacer frente al cambio climático.
El enólogo de Torres David Barriche ha explicado que el resultado es "un vino experimental de producción muy limitada y elaborado íntegramente con la variedad negra del mismo nombre". Pirene es una de las muchas variedades de uva desconocidas que existían en Cataluña antes de la llegada de la filoxera, la plaga que causó estragos en las viñas europeas y provocó la desaparición de muchas de estas viñas, aunque algunas consiguieron sobrevivir. Barriche ha añadido que es una variedad que se ha adaptado muy bien al Pallars.
Pirine, ya hace unos años recuperada, madura lentamente y sin prisas en el Pallars Jussà, hasta llegar a su punto óptimo de maduración a mediados de octubre, y cada año se convierte en la variedad que cierra la campaña de la vendimia de las fincas de Torres en Cataluña.
Esta variedad de uva recogida en el Pallars Jussà se vinifica en la bodega Purgatori, que Torres tiene en Juneda. El enólogo David Barriche es el encargado de preservar la esencia de la variedad. Ya en la primera añada comercial del vino, Eric Asimov, crítico de vinos del New York Times, lo consideró uno de los doce mejores vinos que había probado en 2019, y alabó el potencial enológico de la variedad.