Línea de crédito de 10 millones para apoyar al sector lácteo en Catalunya

El Govern creará el Institut de la Llet para poner en valor la leche y sus derivados como alimentos saludables y sostenibles y lanzará una línea de créditos de diez millones de euros específica para financiar al sector lechero. Así lo anunció ayer la consellera de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat, Teresa Jordà, en una visita a la planta de la Cooperativa Plana de Vic. En 10 años, en Catalunya han desaparecido casi la mitad de explotaciones de leche y las últimas cifras de la conselleria referidas a septiembre apenas reflejan 429.

De ellas, 111 son de las comarcas de Lleida, con 27.594 vacas. Con 249 animales por explotación, las leridanas son las granjas más grandes de Catalunya. Este 25,9% de explotaciones, producen el 36,5% de la leche catalana.

La situación del sector es crítica por los bajos precios y la escalada del coste de las materias primas. Para ayudar al sector, Jordà anunció la línea de crédito, en la que el Govern asumirá los intereses y se calcula que unas 300 explotaciones podrán recibir ayudas, con entre 15.000 y 50.000 euros cada una. Jordà anunció un nuevo índice de referencia que tendrá en cuenta los costes reales de producción, y la creación, a principios del 2022, del Institut de la Llet para promocionar el consumo.

“No es una solución, pero sí una ayuda para apoyar al sector”, dijo. El índice estará vinculado al Código de Buenas Prácticas Comerciales a lo largo de la cadena alimenticia de Catalunya (CBPC) como herramienta de presión. El año 2018 lo firmaron representantes de organizaciones agrarias, industria y distribución.

La adhesión es voluntaria pero, una vez firmado, los acuerdos que se desprenden son de obligado cumplimiento para todos los que forman parte y sueño representados. La adopción de este índice supondría un “paso adelante para garantizar un precio justo para los productores de leche” y avanzar en el equilibrio de la cadena de valor del producto, defendió la consellera. En esta línea, Jordà cree que es una fórmula para estipular un precio justo y dejar en evidencia a aquellos que puedan practicar “especulación o explotación” del producto.